El fracking es sumamente contaminante, pero muy rentable económicamente

Sede de la Comisión Europea, en Bruselas. / Cuatro
Sede de la Comisión Europea, en Bruselas / Cuatro

Los principales y casi únicos beneficios conocidos del llamado fracking son los económicos. ¿Vale la pena seguir arruinando nuestro medio ambiente? Cuando menos procede debatir el asunto.

El fracking es sumamente contaminante, pero muy rentable económicamente

Es posible que muchos de ustedes desconozcan qué significa este término anglosajón. Reconozco que yo mismo no lo había oído hasta hace bien poco, durante mis recientes vacaciones por mi querida Santander. Se utiliza esta palabra para referirse a la fractura hidráulica, es decir, a extraer gas o petróleo fracturando la roca —generalmente esquistos y pizarras—. El proceso es relativamente sencillo, se realiza una perforación y se introduce a presión agua con arena y diversos elementos químicos. De esta manera se extrae el gas atrapado en la roca.

Es una técnica muy empleada en Estados Unidos, donde se emplea desde 1860, aunque no se explotó de manera industrial hasta 1949. No pierdan de vista que, desde entonces, en Estados Unidos el precio del gas natural ha descendido un 44%, mientras que en Europa ha aumentado un 23%. Es pues, una forma barata de extraer combustibles fósiles. A priori parece una opción idónea, pero no. No lo es. Las repercusiones medioambientales son terribles. La más evidente es la contaminación de las aguas subterráneas, aunque también está el elevado consumo de agua y la contaminación atmosférica. Los elementos químicos utilizados son más de 500. Son secretos y se sospechan que pueden ser cancerígenos. También se relaciona con la provocación de terremotos. Algo como ven muy grave. El Parlamento Europeo ha reconocido ya en un informe que es una técnica muy contaminante. Si está demostrado que es nocivo, ¿qué esperamos para prohibirlo de manera tajante, máxime si la Comisión Europea secunda los informes del Parlamento?

Simplificando todo es evidente que el único argumento a favor del fracking es la rentabilidad económica, mientras que en contra está la elevada contaminación. Ante este escenario quedan pues algunas preguntas sin resolver. ¿Van a primar los intereses económicos de las empresas energéticas o nuestra salud? ¿Cree usted que los dirigentes de estas empresas, entre los que incluyo a los ex presidentes González y Aznar —consejero de Gas Natural y asesor de Endesa, respectivamente— vivirían en una zona afectada por la Fractura Hidráulica? ¿Sus hijos beberían el agua del grifo que pudiera estar contaminada? Si la respuesta es no solo me queda una explicación: Poderoso caballero es don dinero... ¡Qué pena!


Piensen. Sean buenos.

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