Ford pagará 65 millones de dólares a San Luis Potosí tras cancelar su fábrica

Logotipo de Ford.
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La marca estadounidense decidió retirar sus operaciones en enero de este año. El Gobierno local utilizará esa suma para iniciar la construcción de obras nuevas.

Ford pagará 65 millones de dólares a San Luis Potosí tras cancelar su fábrica

El Gobierno de San Luis Potosí, México, recibirá 65 millones de dólares de manos de los directivos de la fabricante de vehículos Ford. El dinero llega luego de que la marca cancelara su planta armadora en el Estado en cuestión, según confirmó Juan Manuel Carreras López, gobernador del mismo.

Desde su cuenta de Twitter, Carreras López informó que las negociaciones entre su Administración y la marca estadounidense han concluido y se ha llegado a nuevos acuerdos. En enero pasado, la empresa avisó que cancelaría la planta automotriz que tenía instalada en San Luis Potosí, con lo que se perderían 1.600 millones de dólares, una suma que afectaría fuertemente al país latinoamericano.

Dos días después de revelar sus planes, se avisó que la automotriz debería devolver el terreno de la fábrica, pues el mismo había sido donado por el estado.

El gobernador indicó también que con el dinero recibido de la fabricante se iniciará la construcción de nuevos brazos en el Distribuidor Vial Juárez.

El 3 de enero último, Ford confirmó que cancelaría el proyecto de una nueva fábrica en San Luis Potosí en el que pretendía fabricar autos compactos, bajo el pretexto de que el mercado estadounidense demanda SUVs y pickups a raíz de la caída generalizada en los precios de los combustibles. No obstante, se sabía que, probablemente, la verdadera razón era no infortunar a Donald Trump, quien ha presionado a varios sectores para que retiren sus plantas productoras de otros países y las lleven de vuelta a los Estados Unidos.

La industria automotriz es precisamente uno de los orgullos de la economía estadounidense, por lo que el presidente la tomó directamente contra aquellas marcas que traicionaron a los Estados Unidos y llevaron sus operaciones a México y otros países. Esta estrategia fue muy criticada por expertos y políticos, incluso muchos e su partido, pero fue suficiente para que Ford, junto con General Motors y FIAT Chrysler cancelaran sus proyectos en el extranjero.

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