La financiación online, clave en la era post-Covid
Nadie podía prever en enero la situación en la que estaría la economía española (y mundial) apenas cinco meses después. La pandemia mundial del nuevo coronavirus Sars Cov 2 (causante de la Covid 19) ha alterado todas las previsiones y la propia realidad económica. En enero, el Fondo Monetario Internacional vaticinaba para España un crecimiento del 1,6% del Producto Interior Bruto.
Aunque muchas instituciones internacionales ya alertaban por entonces de una progresiva ralentización de las tasas de crecimiento que venía experimentando España en los últimos años, la idea al comienzo del año era que nuestra economía aún tenía recorrido dentro de un crecimiento "débil" previsto por la propia Comisión Europea. De hecho, era la gran economía europea con mejor comportamiento. Bankia, CaixaBank, Funcas y Repsol pronosticaban un crecimiento del 1,5%, tres décimas menos de lo que preveía el Gobierno, mientras que BBVA Research apostaba por el 1,6%.
Hoy, todas estas previsiones han saltado por los aires, y las perspectivas son muy distintas. En primer lugar, porque el frenazo económico provocado por la pandemia fue repentino y casi total. Las fábricas cerraron, las tiendas que no fueran de productos esenciales también y el consumo se redujo a lo imprescindible. En este contexto, los expedientes de regulación temporal de empleo se dispararon, llegando a afectar a 3,4 millones de trabajadores.
Especialmente delicada es la situación de muchas pequeñas y medianas empresas, que no tienen el músculo financiero de las grandes empresas y que constituyen, sin embargo, la base de nuestra economía. Suponen el 98% del tejido empresarial, el 75% del empleo y el 65% del PIB. Muchas de estas empresas se exponen a dificultades de liquidez, por lo que se espera que en los próximos meses aumente la demanda de financiación online y otros mecanismos de financiación rápida, como los minicréditos online, que les permita disponer de liquidez inmediata.
Ayudas económicas
Las previsiones más recientes del FMI (con cuyos vaticinios empezamos esta noticia) son que la caída del PIB en España será del 12,8% en 2020, la mayor de Europa. El organismo prevé una recesión no vista en el mundo desde la Gran Depresión de 1929, y España se lleva la peor parte en Europa, junto con Italia. Por su parte, el Banco de España predijo a mediados de junio que nuestra economía se contraería un 11,6%, empeorando también sus previsiones iniciales. Son cifras fuera de los parámetros habituales, que solo se entienden teniendo en cuenta el shock que hemos sufrido en estos dos meses.
Ante este panorama, el Gobierno también ha anunciado una serie de ayudas para intentar reflotar la economía. Según los del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a 17 de junio las entidades financieras habían inyectado 70.484 millones de euros a empresas, pymes y autónomos, a través de 578.000 préstamos avalados por el Instituto Oficial de Crédito (ICO), Del total, 53.917 millones de euros están garantizados por el Estado. El 98% de las operaciones de financiación y renovación aprobadas se concentra en autónomos y pymes, quienes cuentan con una cobertura del aval del 80%.
