Financiación empresarial con anticipo de facturas

Anticipo de facturas. / Pixabay
Anticipo de facturas. / Pixabay

Este anticipo sirve para adelantar los pagos de los clientes sin necesidad de tener que esperar al vencimiento

Financiación empresarial con anticipo de facturas

Las pymes necesitan financiación para su dinero circulante y el anticipo de facturas aparece como una alternativa que se adapta perfectamente a estas necesidades. Este anticipo sirve para adelantar los pagos de los clientes sin necesidad de tener que esperar al vencimiento, por lo que resulta otra fuente de financiación a corto plazo para este tipo de empresas que necesitan constante liquidez.

El anticipo es una manera de cobrar antes de tiempo las facturas que se emiten a los clientes y no hay que confundirlo con el efecto de descuentos, pues para esta modalidad tiene que existir un crédito titulado emitido por dicho cliente.

Cómo evitar la falta de liquidez

Cuando una empresa desea emitir un anticipo de facturas, no le hace falta ningún título de crédito, puesto que sólo se giran los recibos que ocasiona la facturación, y el banco deja disponer del saldo completo, independientemente de la fecha de vencimiento.

Cobrando una tasa de interés, más una comisión por el servicio prestado de anticipo de facturas, se logran los pagos correspondientes, evitando la falta de liquidez y de esa manera se lograr el financiamiento de la tesorería de una forma eficiente, con la ventaja de que no hay que acudir a costosos cargos por una cuenta en descubierto y a otras maneras de financiación en los plazos cortos, mucho más costosas.

Al ser emitida la completa remesa de recibo, se abona en la cuenta de la entidad crediticia, desde ese instante la Pyme puede disponer del saldo respectivo, sin la necesidad de esperar a la fecha de vencimiento de cada una de las facturas.

Si llegado el cumplimiento, la factura no es pagada, se cargará a la cuenta de la empresa, con el incremento de unos gastos por devolución. Y si sucede que el número de devoluciones es alto, hasta es posible que anulen el ventajoso servicio de anticipo de facturas.

Los especialistas opinan que es mejor solicitar poco dinero en varios sitios y no pedir mucho dinero, o todo, en la misma entidad financiera, pues de esta forma se logran mejores condiciones, porque las comisiones o cobro por servicio no son tan altos.

¿Factoring o línea de descuento?

Hay otras maneras de financiación alternativa que están utilizando algunas empresas, para no recurrir a los bancos:

El factoring es una manera de financiarse que toman algunas empresas, y que radica en que la compañía (el que cede) realiza una cesión de su cartera crediticia que está pendiente por cobrar (que en este caso son los deudores) favoreciendo a una entidad (benefactor) que es el encargado de gestionar el cobro y que es quien anticipa, parcial o totalmente, el total de estas facturas, requiriendo por este servicio un coste, que dependiendo del tiempo faltante para el vencimiento y del total de facturas, que hay que descontar.

Habitualmente cobran gastos de estudio previo, o un coste por el seguro, previa negociación, esto sucede cuando las Pymes trabajan con empresas grandes, que siempre plantean pagos con fechas a muy largo plazo.

Una línea de descuento es una asistencia financiera que las instituciones emplean para financiar el dinero circulante, descontando las facturas que documentadas en títulos de crédito como letras de cambio, cheques bancarios, talones y pagarés, cuya fecha de vencimiento no haya caducado.

La entidad de crédito ofrece un servicio de financiación, con la  firma de un descuento que avala los títulos de crédito de todos sus clientes, que poseen un vencimiento a futuro. Con esto anticipa su cobro, pagando unos intereses, que dependen del montante del título a descontar y del tiempo que falte para que venza.

El estudio de riesgos de la empresa es exigido normalmente a quien lo solicita, y éste consiste en la certeza de si la empresa ha cumplido satisfactoriamente con todos sus impuestos, y cerciorarse de si está incluida en algún directorio que registran a los morosos, como por ejemplo ASNEF o RAI, además de revisar exhaustivamente su estado de cuentas anual.

Al revisar esta información y conceder la línea de descuento, se realiza un estudio de los clientes habituales, los cuales sacan títulos de crédito para descontar, con el objetivo de comprobar si alguna de estas empresas ha quedado en insolvencia, y de acuerdo a los resultados, descontarlos o incluso negar estos títulos que se encuentran insolventes.

 

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