El factor suerte también es un factor que está presente en las oposiciones

Desesperación en el estudio. / oposicioneseducacion.ecobachillerato.com
Desesperación en el estudio. / oposicioneseducacion.ecobachillerato.com

Preparar una oposición supone un esfuerzo muy grande, una gran dedicación y capacidad de constancia y concentración. En definitiva, emprendemos un camino que sabemos cómo comienza, pero no cómo va a terminar, ni cuando.

El factor suerte también es un factor que está presente en las oposiciones

En casi todas las facetas de la vida nos encontramos con dificultades cuando tenemos que tomar una decisión, ya sea porque no sabemos cuáles van a ser las consecuencias de dicha elección, porque nos encontramos con miedos que nos asaltan o simplemente porque tenemos que renunciar a otras muchas cosas al elegir un determinado camino.

El camino profesional es, sin duda, un pilar fundamental de nuestra vida diaria. Son muchas las horas que dedicamos a nuestro trabajo, por ello es importante hacer lo que nos gusta y aquello con lo que nos vayamos a sentir realizados como profesionales. Escoger un trabajo por nuestros gustos es, hoy en día, muy complicado. La situación de crisis que vivimos estos últimos años ha tenido consecuencias en las opciones profesionales que tenemos los jóvenes al terminar los estudios, y en las optativas de trabajo que puedan tener aquellos que se han quedado sin empleo. Hace años era fácil encontrar trabajo cuando acababas la carrera y era difícil perderlo cuando ya llevabas años en activo. En los últimos tiempos la situación ha dado la vuelta y muchos vieron el camino de la oposición como algo que hacer mientras la situación mejoraba y si podían conseguir una plaza, mejor que mejor. En estos casos la decisión no es tan complicada de tomar, porque no tienes realmente otras opciones más eficaces a corto plazo. Sin embargo, esto es sólo una cara de la moneda.

En mi caso no fue la mala situación del mercado laboral la que me llevó a decidirme por la oposición, sino el interés y el gusto por esta rama de la administración. Pese a ello, no faltaron los miedos cuando llegó el momento de tomar la decisión. Estudié el grado de derecho y barajé la posibilidad de compatibilizar económicas o administración de empresas en los últimos cursos de derecho. Sin embargo, después de acudir a unas charlas informativas sobre las salidas profesionales decidí que quería opositar a Hacienda. Pese a ello, cuando llegó el momento de comenzar, dudaba entre hacer el máster de abogacía o aventurarme de lleno al camino de la oposición. Al final me decanté por opositar directamente y correr el riesgo de si no la sacaba tener que hacer posteriormente el máster si quería ejercer como abogada. Dicho así no parece tan complicado elegir, pues si no haces una cosa primero, la haces después; pero cuando estás inmerso en el proceso opositor bajo la presión de un estudio constante y de una incertidumbre asoladora no se ve tan claro ni tan indiferente hacer una cosa u otra, ya que son años que pasan en tu vida sin otra meta que aprobar unos exámenes que te aseguran un puesto de trabajo.

No debemos olvidar que, en definitiva, la opción de opositar siempre está ahí, y es un camino que algunos escogen una vez experimentado el mercado laboral. Desde mi punto de vista, estas personas que son capaces de darle un cambio a su vida, arriesgando a dejar su trabajo para luchar por conseguir otro que les guste y les de mayor satisfacción personal, son muy valientes y luchadores. Y es que, si quieres algo en la vida, debes luchar por ello. Por el gran esfuerzo que suponen la mayoría de las oposiciones es muy complicado, y casi imposible en algunas, compatibilizar su preparación con otro trabajo.

En cualquiera de las situaciones en que nos encontremos, una vez iniciado el proceso opositor, todos nos enfrentamos a los mismos obstáculos: la incertidumbre de las plazas que se convocarán (en unas áreas más que en otras), o si tan sólo las habrá, el elevado número de horas que tienes que dedicar al estudio, el nivel de los compañeros de oposición, la suerte que vas a tener con las preguntas de los exámenes... Puede parecer raro que se mencione la suerte, dado que es un factor que para algunos puede no existir, pero desde mi punto de vista, es algo que en las oposiciones está muy presente porque hay muchos factores externos al opositor que influyen en que vayas estar por encima o por debajo de la nota de corte. Es obvio que si no estudias, como nunca lo hayas hecho en tu vida, las posibilidades de aprobar la oposición se reducen. Y digo esto, porque si algo tengo claro, es que preparar una oposición supone un esfuerzo muy grande, una gran dedicación y capacidad de constancia y concentración. En definitiva, emprendemos un camino que sabemos cómo comienza, pero no cómo va a terminar, ni cuando.

Comentarios