Los fabricantes de coches solicitan financiamiento al Gobierno para captar nuevas inversiones

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El director general de Anfac, José López-Tafall, el presidente de Anfac, José Vicente de los Mozos (en el centro), y la directora del área Industrial de Anfac, Arancha García tras su reunión con Sánchez en Madrid este lunes / EL PAÍS.
La patronal considera que hay 24.500 millones de euros de recaudación fiscal en juego, lo que supone un aproximado 1% a 2% de la meta fiscal que España necesita alcanzar para revertir su elevado déficit.
Los fabricantes de coches solicitan financiamiento al Gobierno para captar nuevas inversiones

El macro-sector industrial español busca entrar en una senda de crecimiento exponencial que sea prácticamente indetenible. Sin embargo, no es tan fácil como parece debido a las distorsiones propias de la actual economía de España, marcadas por abultado déficit fiscal y presupuestario, una enorme deuda en pasivos laborales y sociales, así como una crisis política que ha retrasado muchas decisiones importantes en materia económica, lo cual ha originado una evidente desaceleración de la economía española.

Esa situación ha traído consigo una contracción industrial que, si bien ha sido moderada, se siente con mucha repercusión en uno de los sectores que históricamente más ha aportado ingresos al PIB español: el automotriz. Es por ello que El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió este pasado lunes con la junta directiva de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), un encuentro clave para el futuro a corto y mediano plazo de un gremio que hace esfuerzos por buscar los capitales que durante mucho tiempo se le han negado por una considerable baja en la demanda de compra de coches.

Fue una reunión de hora y media de duración, en la que los fabricantes de automóviles le han mostrado a Sánchez su hoja de ruta y han advertido que en los próximos diez años el sector debería invertir un total de 54.000 millones de euros, de los cuales el Gobierno no ha prometido ni una cuarta parte hasta ahora, pero se espera que pronto analice posibles plazos de financiamiento, para pasar del actual sistema de producción y ventas al nuevo ecosistema de la movilidad, más enfocado a los servicios que únicamente a la venta de productos.

Esto implica que el éxito del sector automotriz español podría generar una transformación total de la estructura de transporte particular en el país al expandir el parque automotor nacional, actualmente en leve estancamiento por la falta de capitales de los fabricantes.

En esa reunión, esperada desde hace meses y anulada la pasada semana, el presidente de Anfac, José Vicente de los Mozos, lanzó una petición para trabajar de la mano, pero también para advertir sobre los peligros para el sector, que en un horizonte no tan lejano se avizoran como el posible efecto cascada que podría recaer sobre él si la economía española se contrae o no crece debido a una eventual nueva caída industrial y al impacto económico de la epidemia de coronavirus, aunado a la crisis fiscal que atraviesa el Gobierno.  

Entre ellos enumeró algunos como "recortar la actual flexibilidad laboral, no homogeneizar las normativas de los diferentes municipios y comunidades autónomas, cambiar el marco fiscal del automóvil y eliminar la incertidumbre el mismo día que se conocían los datos de matriculaciones de febrero". Las ventas de turismos cayeron un 6% debido a la reducción del flujo de turistas nacionales y extranjeros en enero.

La patronal considera que hay 24.500 millones de euros de recaudación fiscal en juego, lo que supone un aproximado 1% a 2% de la meta fiscal que España necesita alcanzar para ponerse a cuentas claras y estables con Bruselas. @mundiario

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