Los exportadores españoles ven la economía con más confianza al recuperarse la demanda extranjera
Producir y enviar las mercancías a los mercados internacionales ha vuelto a ser una actividad factible, viable y rentable para los exportadores españoles, pues con la reapertura de las economías europeas, el mercado interior se ha mostrado más confiado en cotizar los productos de los socios comunitarios de la Unión Europea toda vez que el virus ha sido relativamente controlado como para movilizar flujos comerciales a gran escala por todo el viejo continente, o al menos, a lo largo y ancho de las potencias que conforman la eurozona.
Y es que las empresas exportadoras de España han cambiado y reducido significativamente su pesimismo en el tercer trimestre gracias a la recuperación de la demanda externa tras un segundo trimestre muy negativo por el shock de la pandemia en el comercio exterior debido al miedo al contagio, que paralizó los movimientos de buques en prácticamente todas las rutas comerciales del planeta, aunque todavía mantienen una visión desfavorable de la evolución a corto plazo de sus ventas internacionales, es decir, no creen que el retorno de inversión sea recuperable a corto plazo porque el consumo de las poblaciones está orientado a sectores esenciales como la alimentación y la medicina, en lugar de la adquisición de bienes secundarios como los exportadores por cientos de compañías españolas.
Quizás también te interese:
La industria alimentaria española dice que el aumento del IVA a los refrescos es “injusta”
“El Indicador Sintético de Actividad Exportadora (ISAE), que recoge el resultado del sondeo a empresas sobre coyuntura exportadora que realiza el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, se mantuvo en terreno negativo en el tercer trimestre pero se moderó de -37,5 a -2,4 puntos, un nivel cercano al que marcaba un año antes”, según un reporte de la cartera industrial del Gobierno publicado este viernes, reseñado por la agencia EFE.
Por lo tanto, la recuperación progresiva de este sector, que capta flujos de capitales por el orden estimado de 200.000 millones de euros al año, podría incidir en una eventual reconstrucción de un tramo del producto interno bruto nacional de hasta el 1%, y así estimular el posible crecimiento de 7,1% estimado para España por el Ministerio de Asuntos Económicos y por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en previsiones similares, incluso en un año (2021) en el que la pandemia continuará instalada en la humanidad. @mundiario
