Crisis económica: Europa sigue esperando y no se sabe muy bien por quién

Estados Unidos va a inyectar liquidez hasta que baje el paro al 6,5%, es decir, veinte puntos menos de la actual tasa de desempleo en España. Sobran los comentarios y, sobre todo, las comparaciones.

Crisis económica: Europa sigue esperando y no se sabe muy bien por quién

Brussels, Belgium 102 - Parc du Cinquantenaire -  Triumphal arch Bruselas, capital de la Unión Europea Claudio.Ar (travelling) vía Compfight

En el prólogo del libro ‘Cómo salir de esta’ (Actualia Editorial), que se publicará el 21 de enero en España, el economista y periodista alemán Carsten Moser, ex presidente de la Cámara Hispano-Alemana, advierte de que mejor le irá a Europa si se toma en serio su apuesta por la Credibilidad, el Conocimiento, la Competitividad y el Consenso, porque generará la Confianza necesaria a nivel individual, nacional y continental para sentar las bases de un desarrollo político en democracia, un crecimiento económico en sostenibilidad y una cohesión social en solidaridad. Valdría también aquí lo que avisó el escritor mexicano Juan Rufo en otro contexto: o nos salvamos juntos o nos hundimos separados.

¿Está haciendo Europa lo que sugiere este economista alemán afincado en España? De momento, no mucho. Europa se lo toma con tanta calma que aburre a los suyos y desorienta a los de fuera, que tal vez no acaban de creerse la pérdida de oportunidades del Viejo Continente en un mundo que no espera por nadie, sino que corre a toda velocidad. Peor aún. Hasta que pasen las elecciones alemanas de septiembre de 2013, Europa seguirá esperando, no se sabe muy bien por quién.

Hay países que se pueden permitir tanta parsimonia, pero otros, como España, no. Todo (o casi todo) se hace al gusto de Alemania, cada día menos dispuesta a correr riesgos financieros para ayudar a los más débiles, de modo que no se vislumbran políticas reales de crecimiento, más allá de ayudas a los países que hagan (todavía) más reformas. Traducido al lenguaje de la canciller Angela Merkel, quedan tiempos muy duros y dolorosos. Menos mal que para Mariano Rajoy 2012 fue un buen año. O eso dice.

Frente a la inacción de la UE, cuya flamante unión bancaria, además de dudosa, está llena de indecisiones y aplazamientos, al otro lado del Atlántico van al fondo del problema. El año 2012 se cierra con la firme determinación de la Reserva Federal de EE UU de mantener los tipos próximos a cero y de comprar deuda hasta 85.000 millones de dólares mientras el desempleo no baje hasta el 6,5%, veinte puntos menos de la tasa de paro de España. Sobran los comentarios y no digamos las comparaciones.

Puestas así las cosas, para España, que sigue bajo la sombra del rescate, el año 2013 será aun de recesión y, por tanto, de más paro, por lo que no cabe hablar de salida de la crisis con inmediatez. Pero si cuajan los contados estímulos de la demanda en Europa, podría ser que en 2014 ya cediese el aumento del paro, camino de una transición hacia el crecimiento más allá de 2015. No será fácil, porque Merkel, que es quien perfila las grandes líneas estratégicas de Europa y de España, insiste con la austeridad, mientras que el Banco Central Europeo prevé que la economía se empiece a recuperar durante 2013, la verdad sin mucha confianza.

Si lo queremos ver con datos, tenemos que Bruselas proyecta para 2013 una caída del PIB del -1,4%, bastante mayor que la del Gobierno (-0,5%), pero similar a la del consenso de analistas de Funcas (-1,5%) y a la que difundió el FMI (-1,3%). Para la OCDE, la recesión se agravará en 2013 (-1,4%), con una caída del PIB que casi triplicará la que prevé Rajoy. Y para 2014, el FMI ya espera que España salga de la recesión con un crecimiento del 1% y una progresiva aceleración hasta el 1,6 % en 2015. Aunque con cautela, avala las previsiones del Gobierno, que prevé un crecimiento del 1,2% en 2014 y un 1,9% en 2015. @J_L_Gomez

 

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