Europa se queda atrás frente a EE UU y China

Rascacielos del área de negocios de Nueva York. / Mundiario
Rascacielos del área de negocios de Nueva York. / Mundiario
El entusiasmo con los fondos europeos palidece cuando se observa lo que están haciendo las otras dos grandes potencias mundiales.
Europa se queda atrás frente a EE UU y China

La decisión europea de afrontar la crisis del coronavirus con un plan de estímulos conjunto supone un importante avance en el proyecto comunitario. La UE no solo deja atrás la política de austeridad, sino que emprende, por primera vez, la vía del endeudamiento de la propia Comisión Europea para afrontar el programa Next Generation EU. También es un dato positivo que se haya aplicado un trato más favorable a los países que, como España, sufren especialmente la crisis. Otra cosa es que todo esto sea suficiente y que se esté haciendo al ritmo necesario.

Las otras dos grandes potencias mundiales, EE UU y China, han tomado la delantera en las cuantías y en los tiempos, por lo que el entusiasmo que hay en Europa, sobre todo en España, con los fondos europeos palidece cuando se observan los planes de Washington y Pekín. Incluso el Reino Unido, ahora fuera de la UE, se ha dotado de estímulos por el 12,5% de su PIB, en línea con el plan inicial de EE UU, de modo que estaría superando la cifra del país comunitario más avanzado en este terreno, que es Alemania. La comparación con España, mejor no hacerla, ya que incluso con las ayudas comunitarias, destinará el 6,2% del PIB frente al 25% de EE UU.

¿Por qué se queda atrás España, a pesar de recibir un trato preferente en Bruselas? Básicamente, por sus propias debilidades, derivadas de un endeudamiento descomunal. Alemania pudo aprobar planes de estímulo expansivos porque su nivel previo de deuda era muy bajo, pero no así España, que no aprovechó los últimos años de cierta bonanza para corregir sus cuentas públicas, de modo que cuando vino esta crisis se quedó en fuera de juego. Solo un dato: en 2020 Alemania aprobó dos planes de estimulo por 286.000 millones de euros, sin recurrir a Bruselas. Y aún así su nivel de deuda sigue siendo mucho mejor que el de España.

Menos turismo y más endeudamiento

El contexto global y el europeo ayudan, pues, a entender la delicada situación de España, cuya crisis es más aguda por su tipo de actividad preferente –léase el turismo– y también por su menor capacidad de respuesta con recursos propios.

Otra circunstancia adversa para España es el tiempo. Europa lleva un año para aprobar su gran plan de estímulos y aún hay socios de la UE que siguen dándole vueltas o poniendo palos en la rueda. Pero incluso si ahora Alemania pone un poco de orden y sale todo adelante corriendo, resulta que en el mejor de los casos hacen falta dos meses para que la Comisión Europea revise el plan español, otro mes más para que lo vea el Consejo Europeo y a saber cuántos meses más serán necesarios para que la compleja maquinaria político-administrativa española sea capaz de que todo salga adelante, y bien.

EE UU no tiene ese tipo de problemas: la Casa Blanca activa un plan, lo lleva al Senado, lo pasa por la Cámara de Representantes y a correr. Con  la gran ventaja añadida de que Washington, con Donald Trump y Joe Biden, lleva aprobados tres planes de estímulos -5 billones de dólares- que multiplican por cuatro los de Europa.

Todo parece indicar que los neoliberales europeos se han quedado sin discurso y que la Comisión Europea -controlada por centristas y democristianos- se ha quedado corta con el fondo de recuperación de 750.000 millones de euros. Ni van a ser suficientes los 500.000 millones en transferencias directas a fondo perdido para los Estados miembros ni los préstamos a esos países por valor de 250.000 millones. @J_L_Gomez

AL ALZA

China

EE UU y Europa se preparan para competir con China, que invierte en capital público e infraestructuras “mucho más desde hace mucho tiempo”, como constata el profesor Albino Prada. Su esfuerzo inversor, aunque afeado por la construcción de más centrales de carbón, está pasando de lo material a la I+D. Además, en el 14º Plan Quinquenal se hace “un menor énfasis en el crecimiento económico y un novedoso énfasis en el desarrollo social”, como también observa el autor del libro El regreso de China. @mundiario

A LA BAJA

Europa 

Durante años, académicos y políticos europeos afearon las políticas públicas de EE UU. Sin embargo, a la hora de la verdad, EE UU lleva años y años demostrando que cuando vienen mal dadas su Estado responde. Lo hizo Roossevelt con el New Deal ante la Gran Depresión, lo repitió Obama en la crisis financiera de 2008 y lo ha vuelto a hacer Biden ante esta crisis del coronavirus. Europa no lo hizo en 2008 y ahora sí, pero con muchos menos recursos públicos para reactivar la actividad económica.

–––––––– PROTAGONISTAS ––––––––

> Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.- Es verdad que dejó atrás las políticas de austeridad y encarnó un giro copernicano inspirado por Angela Merkel, pero está por ver que el paquete de estímulos fiscales de la Unión Europea sea suficiente, a pesar de todos los méritos que atesora.

> Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.- A diferencia de Alemania, que tiene una potente palanca federal, que suma a la europea, España afronta la crisis maniatada por su endeudamiento previo, rezagada ante los planes de otros socios europeos y aún más frente a los del Reino Unido y EE UU.

> Nadia Calviño, vicepresidenta económica.- Entre los servicios de estudios públicos y privados se barajan porcentajes de crecimiento distintos, pero hay coincidencia en que hasta 2022 no se recuperarán los niveles de PIB previos a la crisis por la Covid-19, que traerá más desigualdad, su gran reto.

> Joe Biden, presidente de EE UU.- Solo el nuevo plan de estímulos del demócrata Joe Biden, último de una serie de tres -el republicando Donald Trump ya había aprobado otros dos-, supone más del doble del presupuesto previsto por la Unión Europea contra la crisis del coronavirus. @mundiario

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