El Eurogrupo, con Alemania al frente, pretende una Grecia arrodillada

Imagen de Grecia.
Grecia, cuna de la cultura. La última frontera

No han entendido nada, son torpes llegando tarde a todo, no comprenden que Europa sin el Mediterráneo carece de sentido: es origen y encuentro de culturas.

El Eurogrupo, con Alemania al frente, pretende una Grecia arrodillada

No han entendido nada, son torpes llegando tarde a todo, no comprenden que Europa sin el Mediterráneo carece de sentido: es origen y encuentro de culturas.

Alemania se impone en el Eurogrupo y da un ultimátum de 48 horas al gobierno griego para que acepte el documento presentado y pida la extensión del rescate. El Gobierno heleno dispondría hasta el viernes para acogerse al programa de ayuda, que acaba el día 28. Por su parte Tsipras ha declarado que “Grecia no firmará una prórroga del rescate ni con una pistola en la sien” (sic). El ministro griego de Finanzas confía en alcanzar un acuerdo y apuesta por un “nuevo contrato" que sea "bueno para ambos” ya que “en la historia de la UE nada bueno ha surgido de los ultimátum”, advierte Varoufakis.

Este es el resultado de una reunión, la del Eurogrupo, de apenas dos horas de duración con demora incluida de Varoufakis y retirada en el último momento de un documento dulcificado a favor de Grecia, presentado por Francia, pero que fue retirado ante la intransigencia del representante alemán. La antigua Troika escenifica el desacuerdo en una rueda de prensa en la que aparecen los siguientes personajes: El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y sus cuentas pendientes con el ministro griego por el reciente trato despectivo recibido en Atenas. El presidente del BCE, Mario Draghi, antiguo alto ejecutivo de Goldman Sachs, que hasta el  2005 estuvo ayudando al gobierno conservador  griego a ocultar su deuda mediante artificios financieros opacos, operación conocida como swap. Christine Lagarde, presidenta del FMI,  acusada por la justicia francesa, que investiga trato de favor en el año 2008, al  conceder 400 millones de euros al empresario Bernard Tapie de manera irregular y  por el momento, en su  puesto; por cierto, sus antecesores fueron, Strauss-Khan y Rodrigo Rato (hay quien señala a Esperanza Aguirre como responsable de RRHH del FMI).

Al fondo, entre bastidores y muñidor del gran fracaso de esta “no negociación”, el ministro alemán de Finanzas Schäuble, personaje de oscuro pasado que dimitió en el año 2000 de sus dos cargos como portavoz del grupo y como presidente del partido CDU, acusado de su financiación ilegal. Le sucedió Angela Merkel. A nivel doméstico se encontraba el Sr De Guindos, durante los años 2006 a 2008, presidente ejecutivo de Lehman Brothers en España y Portugal, entidad que quebró por el escándalo de las hipotecas subprime.

Estos personajes son los encargados de velar por Europa y sus ciudadanos (tengan a buen recaudo sus carteras). Al otro lado de la mesa y con tardanza, el ministro Varoufakis, cual Aquiles mostrando su talón. Su tacto y sus gestos no son propios de acuerdos. Como en matemáticas, en esta reunión se parte de un máximo común múltiplo y se acuerda un mínimo común denominador. Van pasando las horas y todo hace indicar que Alemania pretende una Grecia arrodillada, ni siquiera un acuerdo mínimo; el Gobierno griego solicita este jueves una extensión del contrato de crédito suscrito con el fondo de rescate de la UE, para dar margen a un futuro acuerdo. La señora  Merkel,  por medio de  Schäuble, empuja al país heleno a límites insoportables, De Guindos haciendo de corista. Es posible que la canciller alemana haga suyos los pensamientos de Christine Lagarde y asuma que “Grecia no es país para viejos”; luego ya se hablaría de España o Portugal. De ahí a la pureza de la raza va un paso. No han entendido nada, son torpes llegando tarde a todo, no comprenden que Europa sin el Mediterráneo carece de sentido, es origen y encuentro de culturas.

No hay otra, no existe alternativa al fracaso porque en este juego todos pierden. Todo un canto a la intransigencia, todo un paso hacia el abismo.  Confiemos en que aspectos.

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