España, un país con menos presión fiscal que sus socios, sobresale por su esfuerzo fiscal

Billetes de euros. / 123rf.com
Billetes de euros. / 123rf.com
La subida de impuestos desata una falsa polémica entre quienes se aferran a la presión fiscal para subirlos y quienes recurren al esfuerzo fiscal para bajarlos, porque son cosas bien distintas. 
España, un país con menos presión fiscal que sus socios, sobresale por su esfuerzo fiscal

Ya antes de la crisis derivada de la pandemia, España tenía un desequilbrio en sus cuentas: gastaba mucho más de lo que ingresaba. Pero el coronavirus no solo causó miles de muertos sino que arruinó aún más la economía, que se salvó tirando de la deuda pública. Como ese salvavidas del Banco Central Europeo no durará toda la vida, el Gobierno debe ver qué hace con el déficit público, para lo cual tiene tres opciones: elevar los impuestos, reducir los gastos o hacer un mix de ambas cosas, que es lo más probable.

Esta situación es la que explica las declaraciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que anunció la intención del Gobierno de subir para el próximo año los impuestos de sociedades, patrimonio y sucesiones y donaciones, y de la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, sobre la necesidad de “modernizar” el sistema fiscal, que es una manera más fina pero menos clara de decir lo mismo, con el matiz de que Calviño prefiere esperar a que la economía se recupere antes de elevar los impuestos.

Este falso enfrentamiento entre Montero y Calviño –evitable si Pedro Sánchez ejerciese de Presidente con mayúsculas y hablase claro– ha dado pie a un no menos falso debate político entre la izquierda y la derecha, como si el problema de los impuestos fuese solo ideológico. Pero lo peor no es eso, sino que desde ambas posiciones intentan engañar a la gente, que no necesariamente es especialista en este tipo de asuntos, más técnicos que políticos.

La Transición tuvo muchos valores –también deméritos– pero hay uno importante que se ha perdido: la veracidad en la clase política, sustituida ahora –con absoluto descaro– por la manipulación, un fenómeno al que las redes sociales no son ajenas. El afán de simplificación y el ascenso de los expertos en marketing político a los altares tiene estas consecuencias.

España es un país con menos presión fiscal que sus socios europeos y a la vez sobresale por su esfuerzo fiscal. La razón es evidente: presión fiscal y esfuerzo fiscal no son sinónimos. La subida de impuestos desata, pues, una  polémica falsa entre quienes se aferran a la presión fiscal para subirlos y quienes recurren al esfuerzo fiscal para bajarlos, porque son cosas bien distintas.

En el fondo, la clave fiscal está en el nivel de riqueza de los españoles, que por un lado no es alto y por otro refleja profundas desigualdades 

La presión fiscal relaciona la recaudación tributaria –impuestos y cotizaciones sociales– con el Producto Interior Bruto, mientras que el esfuerzo fiscal –una presión fiscal relativa– relaciona la recaudación per cápita con el PIB per cápita. De esos cálculos matemáticos se deduce que la presión fiscal de España es inferior a la de los grandes países, como Alemania y Francia, mientras que el esfuerzo fiscal solo es inferior al de países pequeños y pobres como Grecia y Portugal y al de Italia, cuyas cuentas son todavía más desastrosas.

Hay 14 países europeos con una presión fiscal más alta, de modo que España se sitúa 5 puntos por debajo de la media de la UE y hasta 6 puntos por debajo de la media de la eurozona; es decir, el área de países con los que comparte la moneda. Por el contrario, solo hay tres países con un esfuerzo fiscal más alto. En el fondo, la clave fiscal está en el nivel de riqueza de los españoles, que por un lado no es alto y por otro refleja profundas desigualdades. Conclusión: solo si el PIB se recupera y la renta per cápita no esconde desigualdades graves será posible subir los impuestos sin traumas. @J_L_Gomez

AL ALZA

Esfuerzo fiscal

Aunque escuchando a muchos políticos y no pocos tertulianos parezca mentira, es posible que haya menos presión fiscal y más esfuerzo fiscal. Este último es muy alto –especialmente ahora– porque el PIB es muy bajo, pero no porque en España se paguen más impuestos ni su Estado sea más grande. Una gran potencia como Francia soporta, por ejemplo, un gasto público sobre PIB 10 puntos superior al de España, cuyo problema es de raíz: su bajo PIB per cápita y su raquítico gasto público per cápita. 

A LA BAJA

Presión fiscal 

Para justificar su decisión de subir los impuestos, el Gobierno apela a que la presión fiscal en España (35,7%) es bastante inferior a la media de la UE, que se sitúa por encima del 41%. Pero si fuese más riguroso debería sentar las bases para que aumentase la riqueza como en esos países donde la presión fiscal es más alta. Las soluciones mágicas no existen en la economía, de modo que el problema no está en subir o bajar los impuestos, sino en mejorar la base a la que se aplican los impuestos.

–––––––––– PROTAGONISTAS ––––––––––

> María Jesús Montero, ministra de Hacienda.- Es la creadora de la comisión de expertos que deberá elaborar una propuesta de reforma fiscal. Los académicos, entre ellos dos de la Universidade de Vigo, tendrán de plazo hasta finales de febrero de 2022 para presentar el informe.

> Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica.- Es también vicepresidenta del Gobierno, cuya prioridad fiscal es abordar al fin la fiscalidad medioambiental, además de subir y/o armonizar los impuestos de sociedades, patrimonio, sucesiones y donaciones en todas las comunidades autónomas.

> Xabier Labandeira, catedrático de la Universidade de Vigo.- Este catedrático de Economía de la Universidade de Vigo, junto con Santiago Lago Peñas, también catedrático de Economía Aplicada de la misma universidad, son dos de los componentes del grupo de sabios presidido por Jesús Ruiz-Huerta.

> Janet Yellen, secretaria del Tesoro de EE UU.- Su propuesta de un tipo mínimo para sociedades a nivel global llegó días antes de que en España se emprendiese la reforma fiscal, al amparo de un equipo que lidera el director del Laboratorio de la Fundación Alternativas, próxima al PSOE. @mundiario

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