España lleva más de diez años recaudando por Sociedades menos de la mitad que en 2007

Billetes de euro.
Billetes de euro.
En el año 2007 el Estado ingresó por el impuesto que pagan las empresas más de 40.000 millones de euros, mientras que el año pasado fueron solo 15.858 millones.
España lleva más de diez años recaudando por Sociedades menos de la mitad que en 2007

En España aumentan todos los grandes impuestos (IRPF, IVA y Especiales) menos uno (Sociedades), que es el que pagan las empresas. El Estado se nutre básicamente de dos impuestos: el IRPF y el IVA, que suponen casi el 60% de los ingresos. Un tercio de lo que se ingresa lo aporta el impuesto sobre la renta, que en 2022 se situará por encima de los 100.000 millones de euros, mientras que el total de los impuestos alcanzará el año que viene los 298.801 millones de euros. España lleva más de diez años recaudando por Sociedades menos de la mitad que en 2007, año en el que el Estado ingresó por este impuesto que pagan las empresas más de 40.000 millones de euros, mientras que el pasado ejercicio 2020 fueron solo 15.858 millones.

Todo esto supone que las rentas del trabajo –por primera vez por encima de los 100.000 millones– son las que sostienen el andamiaje público; más aún si a los impuestos se le suman las cuotas a la Seguridad Social. En segundo lugar están los consumidores, que soportan el 25% de los ingresos a través del IVA, que se traduce en unos 75.000 millones. Especiales y Sociedades se mueven en el mejor de los casos en la banda de los 20.000 millones; solo Sociedades duplicó esa cifra en los años del boom inmobiliario, del que se derivó la crisis de 2008. El resto de los impuestos están en otra liga, con aportaciones pequeñas en términos relativos.

El Gobierno de Pedro Sánchez espera pasar en dos años de los 15.858 millones por Sociedades en 2020 a casi 25.000 millones en 2022. Lo justifica así: la evolución esperada, al igual que en 2021, vendría explicada por la evolución de los beneficios empresariales, menores devoluciones y por el efecto positivo de la limitación de las exenciones por doble imposición a los dividendos y plusvalías introducidas en los Presupuestos Generales del 2021. El incremento de la base imponible de sociedades consolidada estaría cercana al 10%.

En su idea de fortalecer el Estado, el ejecutivo de coalición estaría alineándose con los gobiernos de muchos otros países. La profunda crisis económica derivada de la pandemia y el reto del cambio climático han dejado claro que los grandes males exigen grandes Estados. "Es una idea cada vez más extendida entre los ciudadanos –contribuyentes, a la vez– de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE y también entre los académicos. Incluso los mercados financieros se adaptan a este nuevo relato", explica el libro Cómo salir de esta (II), de Mundiediciones, a la venta en Amazon.

Mariana Mazzucato. / BBC

Mariana Mazzucato.

La italoamericana Mariana Mazzucato fue por delante al proclamar “el enorme fracaso” de lo que ella denomina “el pequeño gobierno”

La historiadora de la ciencia Naomi Oreskes sostuvo en la revista Time que “solo un gobierno firme y sólido sustentado en unos impuestos cada vez más progresivos puede salvarnos de desastres como la emergencia sanitaria o el ya casi consumado cambio climático” y la economista y escritora italoamericana Mariana Mazzucato fue por delante al proclamar “el enorme fracaso” de lo que ella denomina “el pequeño gobierno”. The New York Times ya había definido a Mariana Mazzucato –ahora directora del Instituto para Innovación y Propósito Público en University College London– como "la economista de izquierda con una nueva historia sobre el capitalismo", en el artículo de 2019 titulado "Meet the Leftish Economist With a New Story About Capitalism".

Al igual que se hizo a principios del siglo pasado con la aprobación de las leyes antimonopolio, es muy probable que los movimientos que se han avanzado en el seno del G7 para armonizar un tipo mínimo del impuesto de sociedades del 15% para las grandes empresas o la discusión sobre la necesidad de fragmentar compañías, pueda transformar en poco tiempo el poder oligopolístico que ostentan empresas como las GAFAs (Google, Amazon, Facebook, Apple).

¿De qué cifras estaríamos hablando en España? Para el año 2022 se prevé que los ingresos totales del conjunto de las Administraciones públicas –incluyendo la Seguridad Social– supongan un 39,8% del PIB, ascendiendo a 522.264 millones de euros en términos de contabilidad nacional, lo que supone un aumento de los ingresos del 4,6%, moderándose por tanto el ritmo de crecimiento respecto al 2021, en que aumentaron un 7,3%. Se estima que los impuestos alcanzarán los 298.801 millones de euros, incrementándose, por tanto, un 4,9% respecto al 2021. La evolución en el año 22 se explica por varios factores, como la expansión de las bases imponibles (un 6%) o el impacto de las medidas normativas aprobadas en 2020 y 2021 y que extenderán su efecto de distintas formas a 2022.

Pero España no solo se va a ocupar de recaudar más. De todos es sabido que la Unión Europea exigirá a España profundizar en la reforma laboral y de pensiones para que puedan canalizarse las ayudas y préstamos que se planificaron en Bruselas para paliar las consecuencias sociales y económicas de la pandemia. También se le exige a España iniciar la consolidación fiscal tan pronto como la economía lo permita –léase gastar menos e ingresar más–, con lo cual la reordenación de impuestos podría acarrear un aumento de los tipos del IVA, aventura el libro Cómo salir de esta (II), de Mundiediciones, a la venta en Amazon.

¿Qué es lo que ha cambiado de fondo entre los buenos tiempos y la actualidad? Sobre todo, el Impuesto de Sociedades, que es donde está el verdadero problema fiscal español, aunque pocas veces se dice. Pasar de más de 40.000 millones de euros a apenas 15.000 millones significó un gran agujero para las cuentas públicas y marcó la necesidad de generar más actividad económica, ya que en caso contrario España no volverá a aquellos buenos tiempos de los años 2006 o 2007. A fin de cuentas, la clave es el crecimiento económico, del que depende la recaudación impositiva.

Ejemplares del libro Cómo salir de esta (II). / Mundiediciones

Ejemplares del libro Cómo salir de esta (II). / Mundiediciones

El pacto social basado en la solidaridad y la redistribución de la renta y la riqueza es el mejor camino para construir un nuevo concepto de ciudadano responsable fiscalmente, también demandante de servicios públicos

IRPF, IVA, Impuesto de Sociedades y demás tributos precisan ahora de la activación de la bomba económica para recaudar los ingresos necesarios que sirvan para financiar los servicios públicos, pero también se hace necesario el pacto social basado en la solidaridad y la redistribución de la renta y la riqueza, el mejor camino para construir un nuevo concepto de ciudadano responsable fiscalmente, también demandante de servicios públicos.

La reforma laboral y de pensiones también exige iniciar la consolidación fiscal tan pronto como sea posible. Esto es, recaudar más y gastar menos con una reordenación de los impuestos que podría acarrear subidas para algunos de los que tienen mayor capacidad de recaudación –léase IVA, IRPF o IS–, al tiempo que se haga realidad una fiscalidad verde compatible con el crecimiento. 

En la crisis anterior, la de 2008, España adoptó severas medidas de austeridad, a pesar de tener un desempleo elevado. Pero no lo hizo por voluntad propia, sino bajo presión. Se encontró sin capacidad de refinanciar su deuda y se vio obligada a recortar su gasto y a subir los impuestos. Ante la imposibilidad de un cambio inmediato del modelo productivo, la devaluación interna perfiló la salida de aquella crisis. Por eso se hizo la reforma laboral, que una parte de este Gobierno quiere derogar. @mundiario

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