España: La industria cultural, un 4% del PIB, la mitad que en Reino Unido y un tercio que en EE UU

Las industrias creativas y culturales constituyen una de las principales oportunidades de crecimiento para la economía española, si se acompañan de las políticas de incentivos adecuadas.
España: La industria cultural, un 4% del PIB, la mitad que en Reino Unido y un tercio que en EE UU

Jose Luis Cernadas Iglesias via Compfight

Un análisis comparativo sobre las dimensiones económicas de las industrias de la creatividad en España evidencia que también en este área la economía española muestra síntomas de una debilidad extraordinaria.

Las estadísticas son contundentes. España, un país que reúne circunstancias lingüísticas e históricas muy favorables y características culturales privilegiadas, posee unas industrias creativas que aportan al conjunto de la economía del país la mitad que sus equivalentes en el Reino Unido (8% de su PIB) y un tercio de lo que este “multi-sector” aporta a la economía de los Estados Unidos (un 12% de su PIB), líder mundial y referente en el sector del entretenimiento y la creatividad.

Para entender la importancia de este sector en la economía norteamericana, tan solo decir, a modo de dato ilustrativo, que el 12% del PIB es lo que aportó el sector de la construcción a la economía española en los años del boom y la burbuja inmobiliaria.

Existe una tendencia generalizada a tomar como modelo de emprendimiento a la economía norteamericana, que no en vano todavía es la primera del mundo pese al avance inexorable de china y otras naciones emergentes, convertidas en las factorías globalizadas que surten de productos a toda las economías y empresas del mundo.

Estrategias de crecimiento erróneas.

En este punto el factor del coste de la mano de obra se impone como fundamental y no parece que existan muchas posibilidades de competir con circunstancias y criterios de esta clase, pese a la ola de re-industralización venida de Alemania en estos últimos años. Una corriente que plantea como solución, “precarizar” el trabajo de los obreros y operarios españoles hasta acercarlo a los niveles de precariedad propias de un trabajador chino o vietnamita. Esta realidad supondría un retroceso de décadas para España y un fracaso colectivo de proporciones bíblicas.

La otra corriente de pensamiento, más extendida, apuesta por la tecnología como vehículo para recuperar la competitividad de la economía española. Es un modelo que pretende recrear el modelo del “silicon valley” en la propia España. Apostar por la creación de las próximas Amazon y Google dentro de nuestro territorio. A esta tendencia, la invalida desde mi punto de vista, dos circunstancias insalvables.

No podemos convertir a España en una “Star up nation”, como Israel, con unos ratios de inversión en I+D+i que destacan como de entre los más bajos de toda Europa. Israel invierte cerca de un 5% de su PIB en esta partida de investigación y desarrollo tecnológico. En España, pese a la importante inversión pública de los últimos años, las empresas no ha acompañado en este esfuerzo y llegados a este punto, con las subvenciones públicas agotadas, los ratios actuales presentan un balance que directamente, nos sacan del club de las naciones desarrolladas.

Otro dato más para visualizar un mundo donde nuestra apuesta sea únicamente  la tecnología. Tan solo la India, genera cada año mas ingenieros informáticos y programadores que el conjunto de todos los países miembros de la Unión Europea.

En definitiva, el camino de la tecnología parece complicado. No contamos con la financiación (toda la enorme industria de los Vcs, los fondos de capital riesgo norteamericanos) ni la cultura empresarial de los USA. Algunas voces afirman que nuestra oportunidad es competir por talento. Pero estadística mente, parece que este, “talento” técnico, vendrá en el futuro, de Asia.

Así pues, las dos corrientes de pensamiento, que pretende articular macro-políticas de recuperación económica, el ya tan manido “cambio de modelo productivo” parecen partir de ideas, y presupuestos equivocadas. Un error que los españoles pueden pagar muy caro

El análisis de estos datos es todavía más grave si pensamos en el poderío cultural del idioma castellano en todo el mundo y la enorme ventaja estratégica que supone para nuestras empresas culturales. Cómo bien informaba MUNDIARIO recientemente en un especial a fondo sobre el tema.

Las industrias creativas y culturales constituyen una oportunidad única de crecimiento económico para una nación con tremendos problemas financieros, tecnológicos (Ausencia de I+D+ i) y de cultura empresarial, pero que sin duda, es una "superpotencia"  cultural (por idioma, historia, tradición y profesionales de la creación).

(Continuará...)

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