España es un país donde aumenta el PIB y se reduce la capacidad para pagar las pensiones

Albino Prada. / Mundiario
Albino Prada. / Mundiario

En el sistema español, las pensiones se pagan con cotizaciones sobre los salarios actuales –mensuales y del año en curso–, fruto de un pacto intergeneracional. El profesor Albino Prada propone medidas para revitalizar las pensiones sin penalizar el empleo y sin actividades gorronas.

España es un país donde aumenta el PIB y se reduce la capacidad para pagar las pensiones

¿Es posible el equilibrio del sistema de pensiones público y de reparto, sin penalizar el empleo y sin actividades gorronas? ¿Hay propuestas para combatir la paradoja de que crezca el PIB y disminuya la capacidad para financiar las pensiones? Albino Prada, doctor en Economía y autor del ensayo El despilfarro de las Naciones (Clave Intelectual, 2017), propone abandonar progresivamente la masa salarial como base exclusiva del cálculo de cotización de las empresas españolas al sistema de pensiones de la Seguridad Social.

"No sigamos penalizando a sectores y empresas que mantienen más y mejor empleo. Y no permitamos que la creciente riqueza y valor producidos, en muchas de nuestras empresas y sectores, quede al margen del sistema de protección social de los trabajadores que lo hacen posible", comenta al respecto.

El sistema público y de reparto adoptado por España para las pensiones nada tiene que ver con un sistema de capitalización

El sistema público y de reparto adoptado por España para las pensiones nada tiene que ver con un sistema de capitalización. En el sistema español las pensiones se pagan con cotizaciones sobre los salarios actuales –mensuales y del año en curso–, fruto de un pacto intergeneracional en el que ahora los trabajadores pagan las pensiones de los jubilados, porque en el futuro otros trabajadores pagarán las de los actuales trabajadores cuando estén jubilados. La caída de ingresos y el incremento del gasto exigen alternativas.

Según Albino Prada, si se incorpora el resto del valor añadido que no son salarios a la base de cotización, por ejemplo con un 10%, y se reduce el porcentaje de cotización de la masa salarial, del actual 26% al 17%, se conseguiría no solo evitar que el sistema anote un déficit de recursos anual por más de veinte mil millones, sino hacerlo gracias a rebajar las cotizaciones de las actividades más intensivas en empleo, como las educativas y sanitarias, y a aumentar la aportación de las más automatizadas, como la energía o los servicios financieros.

La recuperación de los niveles de producción previos a la crisis se ha conseguido con un volumen de empleo muy inferior

Todo esto sucede en un país en el que la recuperación de los niveles de producción previos a la crisis se ha conseguido con un volumen de empleo muy inferior. "Si añadimos que la precarización de los empleos y de los salarios, sobre todo para los más jóvenes, está siendo galopante, no es fácil imaginar que la masa salarial remonte en España su participación en el PIB a niveles previos a los de 2008", concluye el autor del ensayo El despilfarro de las Naciones.

Ambas tendencias –mayor producción con menor, y peor, empleo– "no son una novedad", aunque "sí lo es el que se estén acelerando con la llamada economía 4.0 y lo digital", explica Albino Prada en CTXT. "Y las previsiones de futuro –añade– son, con pocas dudas, que esa será la estrategia competitiva de cada país en ausencia de una gobernanza de la globalización que se enfrente a los grandes conglomerados financieros y empresariales transnacionales." @mundiario

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