España argumenta que unos países europeos no deben salir de la crisis más endeudados que otros

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La ministra de Economía española, Nadia Calviño, en una reunión de la Comisión Europea / Bloomberg.
La política de España en todos los espacios de gestión de la crisis (Eurogrupo, el Mede y el Fondo Europeo de Reconstrucción) es clara; no puede haber una sobreoferta de deuda
España argumenta que unos países europeos no deben salir de la crisis más endeudados que otros

Uno de los grandes problemas históricos, no solo de ahora, sino prácticamente desde la fundación del proyecto europeo, ha sido la deuda. Ese es el instrumento que la ciencia económica le ha puesto en bandeja de plata a la humanidad durante décadas para resolver muchos de sus problemas y emergencias, pero es también un arma de doble filo que, si no es bien administrada y gestionada, podría desencadenar nuevos procesos de crisis financiero en detrimento de la estabilidad política, social y la gobernanza de poblaciones enteras.

La deuda ha sido el punto débil de muchas economías europeas a lo largo de la historia posmoderna. Precisamente, la vocera de uno de los gobiernos y Estados más endeudados del continente-bloque geopolítico modelo en el paradigma occidental del desarrollo humano, se ha pronunciado sobre ese que aviva debates y tensiones en toda la eurozona. Y es que la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos de España, Nadia Calviño, ha defendido este lunes que todos los europeos van en el mismo barco en esta crisis, es decir, se encuentran en la misma posición y bajo el mismo sistema de gobernanza comunitaria, por lo que considera que el resultado de este proceso de recesión y desaceleración económica no debería ser que unos países acaben quedando más endeudados que otros, sino que debe existir una respuesta común para la reconstrucción económica que se financie de manera conjunta.

La política de España en todos los espacios de gestión de la crisis (Eurogrupo, el Mede y el Fondo Europeo de Reconstrucción) es clara; no puede haber una sobreoferta de deuda que represente una carga demasiado grande para los sistemas fiscales que ya tengan serias distorsiones como para hacer frente a la saturación del endeudamiento a largo plazo, pues eso implicaría que el PIB de la eurozona tardaría más en volver a crecer por los recursos y el tiempo que deberán emplear los Estados con más compromisos externos en saldar sus deudas con los mercados de capital, los acreedores y los grandes fondos de inversión.

“Nosotros defendemos que debe existir un fondo europeo de reconstrucción que debería financiarse conjuntamente. No pensamos que el resultado de esta crisis deba ser que unos países acaben estando más endeudados que otros”, ha indicado Calviño en una entrevista con la agencia Bloomberg, recogida por Europa Press.

La diatriba pasa porque no hay suficientes fondos ni capitales como para que se gestione una inyección proporcional de recursos al fondo macro. Se estima en 1,3 billones de euros el monto total del fondo para la reconstrucción europea, pero la estabilidad de esa cartera de financiamiento dependerá de que se distribuya las cargas de inversión de manera equilibrada según las capacidades de solvencia y reversión del déficit de los grandes Estados contribuyentes, como Alemania, Francia y Países Bajos, con respecto a los más afectados por la pandemia, como España e Italia, junto con las naciones de economías más modestas en la UE; Hungría, Bulgaria, Eslovaquia, etc.

En este sentido, la vicepresidenta tercera del Gobierno ha subrayado la importancia de garantizar que se produce una fuerte recuperación de la economía y que esta beneficia al conjunto de ciudadanos europeos. “Vamos todos en el mismo barco”, ha afirmado la española, para quien va en el interés común que todos los países salgan de la crisis lo más pronto posible.

El enfoque actual de Bruselas consiste en recupera la economía antes de que la pandemia termine de hundirla en el umbral del -10%, pues el -7,5% pronosticado por el FMI es todavía un nivel de recesión contenible a mediano plazo para la eurozona si la respuesta fiscal se ubica en el mismo nivel positivamente contrapuesto, es decir, un +7,5% o +8% de inversión en la reconstrucción de ese tramo del PIB que la pandemia se llevará a su paso.

En el caso de España, Calviño ha señalado que, gracias a las medidas de confinamiento muy estrictas adoptadas, se está viendo una mejoría en los indicadores sanitarios, lo que muestra que España va en la senda correcta y el Gobierno confía en que “la recuperación comenzará con rapidez en la segunda parte del año, a pesar de que, obviamente, la economía va a sufrir enormemente en 2020 y parte de 2021.”

Por lo tanto, el norte apunta hacia la mitigación del impacto social y sanitario de la crisis para que se genere un efecto rebote que estimule la economía, atice el consumo y se regenere progresivamente un clima de estabilidad socioeconómica a partir de la recuperación del mercado laboral.

“Tendremos un fuerte rebote en 2021. Esa es nuestra predicción y la de las instituciones nacionales e internacionales”, ha recordado. Por otro lado, la vicepresidenta tercera del Gobierno ha expresado el apoyo español a las tres nuevas herramientas de financiación acordadas a nivel europeo (MEDE, SURE, BEI), aunque ha subrayado que España no las necesita, ya que puede financiarse en los mercados con condiciones muy ventajosas.

Esos mecanismos cuentan con altos niveles de liquidez, pero la clave está en que la UE acuerde como estará configurado el sistema de distribución de rentas de esos fondos de emergencia anticrisis.

“Por el momento las condiciones de nuestro país son muy favorables, nos hemos financiado a tipos negativos en las últimas subastas. No tenemos ningún problema en acudir a los mercados”, ha afirmado Calviño, quien manifestó que “es muy bueno que haya una red de seguridad para los ciudadanos, para las empresas y los gobiernos a nivel europeo que proporcione un elemento adicional de refuerzo para abordar esta pandemia”. @mundiario

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