Escocia, un referente para Galicia y para España en el desarrollo pesquero

Un investigador pesquero. / Scottish Pelagic Fishermen's
Un investigador pesquero. / Scottish Pelagic Fishermen's
La colaboración entre el sector pesquero (extractor) y el clientífico (investigador) admite mejoras, pero hasta ahora son contados los avances. 
Escocia, un referente para Galicia y para España en el desarrollo pesquero

En España no es fácil lograr la efectiva colaboración entre el sector pesquero (extractor) y el científico (investigador). Sin embargo esa colaboración se produce, y de qué manera, en Escocia, una de las regiones pesqueras que, al igual que Galicia depende en gran medida de la pesca. Y es que la cooperación entre pescadores y científicos es algo que, desde hace muchos años, se viene buscando decididamente sin que hasta hace muy poco tiempo se hayan producido avances al respecto.

"La colaboración entre pescadores y científicos en la recopilación de datos sobre las poblaciones de peces se puede utilizar para coordinar la abundancia de dichas poblaciones y las tendencias de estas". Lo ha dicho el Dr. Steven Mackinson, director científico de la Scottish Pelagic Fishermen's, quien aclara que "los buques dedicados a la investigación marina y los científicos solo pueden realizar una gran cantidad de muestras y análisis, mientras que los barcos de pesca efectúan un muestreo permanente". Es la gran diferencia existente entre estos modos de hacer y lo que, hasta el momento, ha significado un encontronazo constante utilizado por ambas partes para, en buena medida, desacreditarse mutuamente.

Si por parte de los investigadores y científicos -que han compartido y comparten misiones de reconocimiento a bordo de los buques pesqueros con los tripulantes de estos- en contadas ocasiones se ha dado chance a los pescadores, no es menos cierto que estos juzgan la tarea de aquellos desde una óptica que deja un escaso o nulo reconocimiento de la tarea investigadora en los buques que realizan campañas experimentales de pesca e incluso tareas investigadoras como las que desarrollan tanto en aguas nacionales como internacionales duques como los pertenecientes a la Secretaría General de Pesca o, en su caso, el Instituto Español de Oceanografía (IEO) o el instituto vasco AZTI.

Esta colaboración, además de necesaria resulta hoy en día imprescindible. Los investigadores no pueden, por variados motivos, realizar muestreos permanentes que permiten conteos y análisis más precisos que aquellos que se ponen en práctica merced a campañas temporales que tienen más de indicativos que de reales.

Si la Unión Europea dispone ya, como en el caso de Escocia, de una experiencia muy cerca de la cual se halla también AZTI en España, bien se podría seguir estas líneas que, a buenos entendedores, podrían muy bien colaborar con otras instituciones (como el CIEM) que tienen en sus posibilidades orientar a los responsables pesqueros de la Comisión Europea y al propio Consejo de Ministros de Pesca de la Unión.

La colaboración no se puede -ni se debe- desdeñar. Y al conocimiento científico muy bien se puede añadir la experiencia del pescador, capaz este de orientar sobre poblaciones de peces al tiempo que sobre artes a utilizar para su captura sin detrimento de sus capacidades reproductoras. @mundiario

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