El escándalo de Volkswagen tendrá una factura final que supera los 30.000 millones de euros
Más de 1.400 reclamaciones por compensación tiene la compañía ante la Justicia alemana y ahora se suman los grandes accionistas institucionales reclamando millones de euros.
Un año ha transcurrido desde que Volkswagen se viera en el escándalo de motores diésel trucados, que aún continúa por las constantes reclamaciones de indemnización por la pérdida de un 40% en el valor de las acciones.
El gigante automovilístico tienen que enfrentar 1.400 casos legales de accionistas privados que reclaman un total de 8.200 millones de euros, sumándose inversores institucionales como el Gobierno de Estados Unidos, reclamando 30 millones; los Estados federados alemanes de Hessen, piden 4 millones; Baden Württemberg quiere 1,1 millones; Baviera, 700.000 euros y Blackrock -la mayor gestora de fondos en el mundo- ha anunciado que también se personaría en esta causa.
Las demandas acusan a la compañía de haber informado demasiado tarde los problemas que arrastraba, por los 11 millones de motores diésel que registraban unos niveles de emisiones de gases inferiores a los permitidos. Este retraso ha afectado el valor de la empresa en la Bolsa registrando las mayores pérdidas de su historia.
En los últimos 12 meses, la empresa se ha visto obligada a hacer frente al dieselgate desembolsando 18.000 millones de euros, sumándole su compromiso de indemnizar en Estados Unidos 15.000 millones de euros más. Analistas ya estiman que la factura final del escándalo supere los 30.000 millones en todo el mundo por el dieselgate.
