¿Es Pablo Iglesias keynesiano?

Caricatura de Keynes. / RR SS
Caricatura de John Maynard Keynes. / RR SS

En una entrevista concedida a la agencia de noticias Colpisa, Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Podemos, declaraba textualmente: “Hoy se puede afirmar que todos los demócratas en Europa somos keynesianos”.

¿Es Pablo Iglesias keynesiano?

Desde el estallido de la última gran crisis de 2018, Keynes es uno de los economistas más reivindicados a la hora de criticar los excesos del capitalismo y el libre mercado.

Me temo, no obstante, que, como autor que ha adquirido la condición de clásico, quizás se cita más a John Maynard Keynes de lo que se lee, con lo cual, se corre el riesgo de tomar su nombre en vano.

Keynes está de moda

Me tomo la licencia de que sea el propio Keynes quien me escriba este artículo. Para ello, me limito a seleccionar algunos pequeños extractos de unos ensayos breves escritos entre 1925 y 1930 y que la editorial Página Indómita ha publicado en español bajo del título de Política y futuro. Ensayos escogidos. No son más que una pequeña muestra de sus ideas sobre el modo en el que debería estructurarse una sociedad, tanto en lo político como en lo económico.

Sobre el capitalismo como sistema económico, John Maynard Keynes afirma: “A mi juicio, un capitalismo dirigido con sensatez puede mejorar y alcanzar los fines económicos con mayor eficiencia que cualquier sistema alternativo a la vista, pero en muchos sentidos es en sí mismo extremadamente cuestionable”.

Cuando se refiere a la filosofía del laissez faire, lo que en el contexto actual se podría identificar con la ideología del liberalismo económico, Keynes sostiene: “Los principios del laissez faire han tenido como gran aliado a la escasa calidad de las propuestas alternativas: el proteccionismo por un lado y el socialismo marxista por otro”. Y añade: “Las obvias deficiencias científicas de ambas escuelas contribuyeron enormemente al prestigio y a la autoridad del laissez faire decimonónico”.

Huyendo del pesimismo

Sobre el modo que los políticos tienen de abordar la situación que le toca vivir en los prolegómenos de la gran depresión del 29,  que en tantas ocasiones se comparó con la gran recesión de 2018, John Maynard Keynes denuncia: “El error de los dos tipos opuestos de pesimismo que ahora hacen tanto ruido en el mundo: el pesimismo de los revolucionarios, que creen que las cosas están tan mal que no nos puede salvar más que un cambio violento, y el pesimismo de los reaccionarios, que consideran tan precario el equilibrio de nuestra vida económica y social que piensan que no debemos correr el riesgo de hacer experimentos”.

Cuando valora los derroteros por los que debería discurrir la acción política, reconoce que “El siguiente paso adelante no debe ser fruto de la agitación política o de los experimentos prematuros, sino del pensamiento”. Abundando en esta línea admite: “A mi juicio, no hay ningún partido en el mundo, en el momento actual, que persiga objetivos correctos por medio de métodos adecuados”.

De todos modos, su posicionamiento ideológico aflora cuando él mismo se pregunta si debería adherirse al Partido Laborista. Aquí el autor británico es bastante cristalino “Me dejo guiar por lo que considero justo y de sentido común, pero la lucha de clases me encontrará del lado de la burguesía educada”.

Conservadurismo elitista y mesianismo revolucionario

Aunque estas pinceladas ilustrativas de como el propio Keynes se define ideológicamente se remontan a casi cien años atrás, seguro que se pueden extraer lecciones para el presente. En última instancia, una ideología es un intento coherente de aportar respuestas a un conjunto de cuestiones acerca de la organización ideal de la sociedad. Teniendo en cuenta la enorme complejidad de estas cuestiones, es lógico que no exista una ideología capaz de concitar una adhesión unánime.

En el amplio espectro ideológico hay un hueco entre el conservadurismo elitista y el mesianismo revolucionario. Yo me inclinaría por situar a John Maynard Keynes en ese espacio. Las dudas me surgen a la hora ubicar a Pablo Iglesias, a pesar de que se él se autodefine como keynesiano. @mundiario

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