Es necesaria una evolución de las pensiones conforme al IPC

Manifestación de pensionistas en Bilbao.
Manifestación de pensionistas en Bilbao.

El Barómetro Sanitario del ministerio refleja que un 4,4% de pacientes ha dejado de tomar algún fármaco recetado por un médico de la sanidad pública por no poder asumir su coste.

Es necesaria una evolución de las pensiones conforme al IPC

Estos días vemos como millares de personas, muy enfadadas, en su mayoría jubiladas, salen a las calles de toda España para demandar unas pensiones dignas.

Son pensionistas que días atrás recibieron una carta de la ministra Fátima Báñez para comunicarles la revalorización de su pensión en un raquítico 0,25%. Esta ridícula suba supone una importante pérdida de su poder adquisitivo, por la sencilla razón de que el IPC aumenta mucho más que las pensiones. Sube la luz, la cesta de la compra se dispara, cuestan más las medicinas, la implantación del copago farmacéutico es un hecho y los precios, en general, suben tirando por lo alto del 1%.

Todo esto ocurre en un escenario que el Gobierno considera de recuperación económica. Pero realmente es un escenario en el que los pensionistas pierden poder adquisitivo. Y también salud, porque la adherencia de este colectivo a las medicinas se ve directamente afectada por las medidas tomadas por el Gobierno de Mariano Rajoy.

El real decreto 16/2012 obligó, por vez primera, a los pensionistas a pagar ponerlos sus fármacos. El copago es una barrera de acceso a sus tratamientos. Si esto lo unimos a la desfinanciación de 420 medicinas, que dejaron de tener cobertura pública y son hoy un 75% más caras, claro está que las políticas del Gobierno contribuyeron a empeorar a calidad de vida y la salud de los pensionistas.

Hace unos años, en España era impensable hablar de barreras de acceso a las medicinas, pero en la actualidad los últimos datos del Barómetro Sanitario que publica el Ministerio de Sanidad reflejan que un 4,4% de pacientes ha dejado de tomar algún fármaco recetado por un médico de la sanidad pública por no poder asumir su coste. No podemos cerrar los ojos ante esto.

Utilizar de manera correcta las medicinas o, lo que es el mismo, hacer un uso responsable, seguro, efectivo, eficaz y eficiente de ellos no depende sólo de su calidad, ni de los profesionales médicos, ni de las autoridades sanitarias, sino que también depende de la utilización que haga de los mismos el propio paciente.

Y si un enfermo, por motivos económicos, decide no retirar lo que es necesario para su salud, estamos ante un gran fallo de igualdad y equidad en el acceso a los tratamientos.

La falta de adherencia está directamente relacionada con la diminución de la calidad y de la esperanza de vida. Lleva a un peor control de la enfermedad, aumenta sus complicaciones y repercute en un incremento de las consultas, hospitalizaciones y pruebas complementarias. Todo esto afecta negativamente a la salud de las personas y provoca una suba del gasto sanitario.

Siempre son los jubilados con las pensiones más bajas los que más sufren, ya que muchos contribuyen a sostener la familiares golpeados por la crisis

Siempre son los jubilados con las pensiones más bajas los que más sufren, ya que muchos contribuyen a sostener la familiares que fueron golpeados por la crisis. Llegan, lo sabemos, a privarse de retirar medicinas prescritas por los médicos, necesarias para su salud, por motivos económicos.

Es necesaria una evolución de las pensiones conforme al IPC. Con voluntad política y una gestión racional, se puede conseguir.

Los socialistas trabajamos, luchamos y nos manifestamos del lado de los pensionistas para reivindicar la revalorización de sus pensiones, por un incremento del 1,6% con las correspondientes actualizaciones. @mundiario

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