La EPA refleja síntomas de agotamiento en la economía española

España cerró el año 2022 con una generación de 278.900 empleos, según la Encuesta de Población Activa (EPA) que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este dato a priori positivo se ve matizado en el último trimestre del año, en el que se destruyeron 87.900 empleos, frente a la creación de 153.900 en el mismo período de 2021. Un cierre de año negativo, del que no había parangón desde el año 2013.
Estos datos de la EPA vienen a confirmar la tendencia que ya había avanzado la afiliación a la Seguridad Social que mostró la ralentización de la economía, que se hizo efectiva en la segunda mitad del 2022. La inflación, el parón en el crecimiento de los socios europeos, las derivadas de la guerra en Ucrania y, sobre todo, la merma del consumo y el final del ahorro embalsado, hicieron descender la creación de empleo, hasta situar la tasa de paro en el 12,87%, 0,20 puntos mas que en el trimestre anterior aunque por debajo del 13,33% con el que había cerrado el año 2021.
En términos absolutos, los parados vuelven a superar los tres millones de personas. Hay 20.463.900 de personas trabajando, casi 82.000 menos que en el tercer trimestre del año, aunque 279.000 mas que en el año 2021. Estos datos que pueden parecer contradictorios de subida del paro y aumento del empleo en todo el 2022 se deben a un incremento en la población activa de cerca de 200.000 personas que no estaban en el mercado de trabajo y que se fueron incorporando, lo que cierra 2022 con un 59% de la población española activa.
Al otro lado del aspecto cuantitativo, si hablamos de la calidad del empleo los datos muestran un incremento récord de contratos indefinidos, tras la entrada en vigor de la reforma laboral, que hizo crecer en un millón y medio este tipo de contratación. La tasa de temporalidad cae así la un 17,9%, siete puntos menos que un año antes.
Si hablamos en términos desestacionalizados, el empleo no varió este último año, lo que adelanta el frenazo de la economía. Las empresas están recortando empleo y muestran un parón de la inversión. La industria pasó de crear más de 41.000 empleos el año pasado a perder ahora 3.660; al igual que la construcción también destruye 21.600 puestos de trabajo.
En conjunto, el sector público creó más de 20.000 empleos mientras que el sector privado destruyó más de 100.000. Por comunidades autónomas, Lana Rioja y el País Vasco fueron las que tuvieron un mejor comportamiento, con una tasa de paro del 8,6%, mientras Ceuta y Melilla superaron el 30% y el 21% de parados, Andalucía con un 19% y Extremadura con el 17,6%. En el intervalo intermedio se encuentran Aragón o Cataluña, alrededor del 9% , mientras que Galicia y Navarra cierran el año con el 10,6% y el 10%, respectivamente, por debajo de la media nacional, que se situó en el 12,87%.
Galicia tuvo en el año 2022 13.200 personas mas trabajando que un año antes, lo que lleva la tasa de paro al 10,63%, por debajo del 11,01% de hace un año. En el cómputo anual hubo un descenso del paro y un aumento del empleo, si bien, en línea con el que sucede en el resto del Estado el cuatro trimestre revela una desaceleración en el ritmo de creación de puestos de trabajo, donde el número de ocupados disminuyó alrededor de 9.000 personas.
La EPA muestra que la ocupación en Galicia descendió de manera significativa en la industria, 10.700 trabajadores menos, y en la construcción, mientras que crecieron los empleados del sector primario y los servicios. La caída del paro en el 2022 fue mas acentuada en el caso de las mujeres que en el de los hombres, mas la tasa de paro sigue por encima de estos. @mundiario