La emergente Costa Rica lucha por salir de un modelo de banca de subdesarrollo

Dólares.
El dólar es, de facto, una de las monedas que se usan en Costa Rica.

Costa Rica cuenta con más de 60 años de experiencia en Banca Pública, primero como monopolio y después, como oligopolio financiero. Este experto analiza su situación en MUNDIARIO.

La emergente Costa Rica lucha por salir de un modelo de banca de subdesarrollo

Costa Rica cuenta con más de 60 años de experiencia en Banca Pública, primero como monopolio y después, como oligopolio financiero. Lo anterior ha permitido establecer servicios financieros para cerca del 50% de la población del país y contar con una red de sucursales bancarias, algunas veces, más de las requeridas, en todo el territorio nacional. Con la llegada de la tecnología los servicios bancarios han visto reducir sus filas y se ha modernizado los mecanismos alternativos tales como, banca telefónica y de internet, lo que hace para ese 50% de la población cada vez más fácil acceder y realizar sus transacciones en el esquema oficial de los bancos.

A pesar de todos estos avances, el país cuenta con otro 50% de su población sin una tarjeta bancaria o cuenta electrónica. El costo de transacción país de este retraso en materia de bancarización es enorme, no sólo por la necesidad del efectivo y los efectos que esto tiene en los negocios de todo tipo, sino también por el alto costo que para la gente más humilde del país tiene el acceso al crédito y a los mecanismos formales de apoyo financiero. Es lamentable que nuestro sistema de banca de desarrollo sea un cascarón sin sentido, lleno de buenas intensiones, pero sin recursos reales que permitan hacer viable las expectativas de emprendedores jóvenes y pequeñas empresas que urgen de fondos flexibles para poder competir. Es un espejismo creado por los diputados que no se resuelve en el borrador aprobado por la Comisión del congreso que estudia este tema y que por el contrario, en muchos aspectos el proyecto es un retroceso.

Es necesario darle gobernabilidad y direccionalidad política al esquema propuesto del Consejo Rector, se requiere recursos que salgan del esquema de supervisión actual de SUGEF y que permitan de verdad financiar capital semilla, capital ángel  e ideas emprendedoras.  La banca comercial del Estado debe seguir haciendo eso y permitir con sus utilidades que un esquema diferente y articulado gestione los recursos del Sistema de Banca de Desarrollo. Debe generarse un canon o un esquema de impuesto con porcentaje deducible que permita de verdad que la Banca Privada contribuya al financiamiento de esta externalidad bancaria de acceso a fondos de desarrollo. Se debe articular mejor la secretaria técnica para que tenga competencias técnicas y sea capaz de convertirse en un músculo fuerte de actuación en el ecosistema propuesto. Finalmente, se requiere de consolidar un esquema de fomento al emprendedurismo con una clara direccionalidad política en el INA y los entes tales como universidades, de tal manera que tengamos las ideas, las personas y los recursos financieros para hacer realidad el desarrollo. De lo contrario seguiremos haciendo banca de subdesarrollo como hasta el momento.

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