Elecciones y mercados: sobre competencia y cohesión social

Pedro Sánchez. / TVE
Pedro Sánchez. / TVE

Si la música fiscal y presupuestaria del PSOE solo puede ser cabalmente complementada con la letra de Unidas Podemos, también contamos afortunadamente con propuestas para una defensa pública de la competencia, que se aborda en este análisis para infoLibre.

Elecciones y mercados: sobre competencia y cohesión social

En mi columna anterior –titulada Justicia y Cohesión Social– razonaba que solo con la música de las 110 propuestas del PSOE para estas elecciones generales más la letra de las 264 medidas de Unidas Podemos podría concretarse una senda socialdemócrata que, recaudando más de quienes más tienen, redujese la creciente desigualdad social en el acceso a la salud, la educación, una jubilación digna, y el riesgo de pobreza en situaciones de desempleo o en otras de dependencia sobrevenida.

Una senda en las antípodas de aquellas otras opciones electorales, como las del trío de Colón, cuyo punto de partida es una populista rebaja fiscal.

Pero no es menos cierto que la creciente desigualdad y exclusión social en España también estaría provocada por la ausencia de competencia en muchos mercados. El mecanismo es muy simple: si a causa de esa falta de competencia pagamos precios más elevados por bienes y servicios necesarios estaríamos en presencia de una sanguijuela que erosiona, no solo pero sobre todo, las rentas e ingresos de los hogares más débiles.

Es este un argumento que Antón Costas desarrolla de forma impecable en su muy recomendable ensayo El final del desconcierto, en el que dedica todo un capítulo a razonar sobre el deterioro social provocado en España por la ausencia de competencia en muchos mercados.

Desde los que llama monopolios de servicios domiciliarios, al capitalismo concesional eléctrico, gasístico o de telecomunicaciones pasando por las finanzas. Unos mercados con inclinaciones monopolistas que habría que civilizar para evitar esa otra causa de deterioro inclusivo y desigualdad social. Lo evitaríamos no sólo a través de reformas fiscales y de gastos públicos redistributivos, sino también civilizando los mercados y los precios.

Revisando dos programas electorales

A la vista de lo que precede, para completar mi argumentación sobre aquella senda socialdemócrata, conviene que nos preguntemos: ¿qué aportan las 110 medidas propuestas por el PSOE en esta dirección? Realizada una búsqueda sobre el vocablo “competencia” el resultado es sorprendente: solo aparece en la acepción “competitividad” (hacia el exterior) cuando se habla de una España Competitiva y de las Oportunidades. Pero nunca lo hace en la acepción de mejorar la competencia en los mercados internos; la palabra competencia mi ordenador no la detecta en dicho documento.

Una búsqueda similar sobre el documento de Unidas Podemos de 264 medidas ofrece, afortunadamente, retornos de interés. Para empezar se habla de reforzar la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en lo relativo a la legislación antimonopolio y el control de los oligopolios en España. También se propone la continuidad de una Bankia pública para introducir competencia en el sector financiero, reducir los costes para los deudores y usuarios o potenciar la vivienda social.

Se habla asimismo de impulsar una competencia efectiva en el sector de las telecomunicaciones que rebaje la factura para los usuarios al nivel promedio europeo. Y de competencia va la cosa cuando se califica de oligopolio el mercado eléctrico en España y se plantea la creación de una empresa pública eléctrica para soportar una factura de la luz más baja y evitar la pobreza energética. Sin olvidarse el modificar el actual método de subasta. O cuando se plantea que a día de hoy los oligopolios (eléctrico, bancario o de telecomunicaciones) abusan de consumidores, autónomos o pymes; sin olvidarse de que aplican cláusulas abusivas en suministros básicos (agua, gas, luz) a la vivienda.

Una palabra –oligopolio– que tampoco es utilizada en el documento de las 110 medidas propuestas por el PSOE.

Conclusión

Si la música fiscal y presupuestaria del PSOE solo puede ser cabalmente complementada con la letra de Unidas Podemos, en un planteamiento socialdemócrata que favorezca nuestra cohesión social, para civilizar los mercados y los precios –en favor de las rentas más débiles– también contamos afortunadamente con propuestas para una defensa pública de la competencia.

Propuestas que debieran ser negociadas y compartidas por ambas opciones políticas. Algo que, como es de suponer, solo sucederá si se registra una mayoría social que permita –y, mejor aún, fuerce– un tal programa conjunto de gobierno. @mundiario

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El ensayista y doctor en Economía Albino Prada acaba de publicar su Crítica del Hipercapitalismo Digital

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