El Capital en 5 puntos

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Se cumplen en septiembre 150 años de la publicación por Carlos Marx de El Capital. Un buen momento de considerar en cinco puntos y analizar a esta sociedad tan cómoda en la manera de producir y consumir.

¡Sigue tu camino y deja que la gente murmure!

Dante en La Divina Comedia, El purgatorio, canto V, parafraseado. Carta de Marx presentando la primera edición en julio de 1867.

 

Se cumplen en septiembre 150 años de la publicación por Carlos Marx de El Capital. Es el momento de considerar en cinco puntos y analizar a esta sociedad tan cómoda en la manera de producir y consumir.

1) La distinción entre valores de uso y valores de cambio. Ya los vikingos en su asalto a Paris en el año 800 D de C conocían que sus actos de pillaje permitían obtener reservas para años malos. O el oro y joyas eran de los francos o su traslado al Norte de Europa a través de la guerra y el robo incrementaba los valores de cambio de su sociedad agraria y atrasada. Marx sistematizo este concepto dando lugar al núcleo del concepto de Mercancía, ser útil y ser poseída para ser cambiada.

2) La moneda. Esta figura aparece despejada de su fetiche. Es la capacidad de una Mercancía en concreto (el Dinero) que equivale a las demás pues representa las horas de trabajo que hemos dedicado para obtenerla. En los vikingos es el tiempo para la guerra y robo, en los francos en su posesión a través del comercio.

3) La transformación del dinero en capital. Es dinero incrementado, es producto del trabajo y de los emprendedores. Una raza que busca las oportunidades y utiliza sus ahorros para contratar a trabajadores. Algo muy simple y visual en nuestros días, para los vikingos era tan solo material para derrochar en sus aventuras. No concebían la inversión del robo para producir, serán las clases burguesas de Holanda y Reino Unido que pondrán su dinero para obtener incrementos asociándole al cambio tecnológico.

4) La valorización y la crisis. Ante sus ojos aparece que la sobreproducción –en el caso español en el año 2007, producir más casas que Alemania, Francia e Italia juntas) trae aparejados la subida de precios y la ausencia de compradores y financiación. Se rompe la valorización, Marx sospecha que no habrá más Dinero incrementado, surge la crisis parte sustancial de la vida social en nuestras sociedades.

5) Sin capitalistas no hay crecimiento. Marx nos habla de su fin, de la revolución, de eliminarlos. Su profecía no se ha cumplido. Pero tal vez algo que pocos se han detenido a reflexionar y él nos muestra avanza inexorable. Millones de mercancías (productos) con cada vez menos tiempo de trabajo. La desvalorización mercantil le llamamos, quien nos abre las puertas de una sociedad sin capitalistas y llena de robots. ¿Y los obreros?...  Buena pregunta, tal vez en mi libro que nacerá en octubre, Capita(lis)mo, intentaremos dar respuesta de la manon de Fleming Ediciones & Amazon e-books.

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