EE UU prevé aplicar sanciones a los envíos de gasolina de Irán a Venezuela

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Un buque tanquero cargado de combustible en Puerto Cabello, el principal puerto de Venezuela / Reuters.
El recurso energético que moviliza a casi toda la economía de un país en crisis es el principal elemento político al que se aferra el régimen de Maduro para profundizar su control del poder.
EE UU prevé aplicar sanciones a los envíos de gasolina de Irán a Venezuela

La crisis en Venezuela, el principal foco de destrucción e involución socioeconómica en América Latina, se agrava ahora no solo por la pandemia de coronavirus, sino también porque la agenda geopolítica del mayor polo de poder financiero, diplomático y militar del mundo sigue enfocada en el país petrolero. Precisamente, el petróleo es uno de los elementos que tiene en un estado de inestabilidad y estancamiento la realidad económica de ese país.

Y es que, en medio de su estrategia de presión financiera, diplomática y ahora militar de forma disuasiva con los posicionamientos tácticos de buques en una operación antidrogas y la reciente incursión paramilitar del pasado 3 de mayo, Estados Unidos está considerando tomar una serie de medidas en respuesta al envío de combustible de Irán a Venezuela, dijo este pasado jueves a la agencia Reuters un funcionario de alto rango del gobierno del presidente Donald Trump, según reseñó el portal de prensa latinoamericano Infobae.

Esta medida se traduce en que Washington seguirá reduciendo el margen de maniobra comercial y logístico del régimen de Nicolás Maduro, que mantiene el control político, militar, económico y territorial de Venezuela a través de su Gobierno de facto. La gasolina es el principal elemento que sostiene y le da dinámica al sistema comercial de un país que se mueve en una economía informal que abarca el 80% de la población y, a su vez el 60% o 70% de los venezolanos se desempeña en algún tipo de actividad comercial de forma directa o indirecta.

Con una crisis económica en la cual la hiperinflación, la saturación del sistema financiero y bancario con dinero devaluado y artificial (en bolívares, la moneda oficial del país) que se ha sacado del mercado a más de 2.000 empresas, solo entre 700 y 1.000 se mantienen operativas al 20% de su capacidad y en varias regiones del país el 80% de los comercios no podría soportar el impacto económico de la cuarentena por la pandemia de coronavirus y sus efectos en el colapso de la demanda y el consumo, tomando en cuenta que solo el 20% de la población tiene acceso a un consumo y a un nivel socioeconómico relativamente estable por estar insertado en la economía de la dolarización de facto que ha modificado para siempre la economía venezolana.

“Washington tiene un alto grado de certeza de que el régimen de Nicolás Maduro está pagando (la gasolina) a Irán con toneladas de oro”, dijo el funcionario bajo condición de permanecer en el anonimato.

El andamiaje del combustible que posee Maduro

Pero, ¿cómo funciona exactamente la estrategia del régimen venezolano para traer gasolina al país en medio de un colapso de su industria petrolera PDVSA y las sanciones del gobierno de Estados Unidos?

La corrupción (desvío de 300.000 millones de dólares) en PDVSA, la burocracia, la mala gestión económica y la congelación de los activos de Venezuela en EE UU, entre ellos Citgo, la empresa filial productora y refinadora de gasolina venezolana en Texas (con un valor de mercado de U$15.000 millones), obligaron al régimen de Maduro a pactar con Rusia la importación de gasolina, que Caracas le pagaba a Moscú envíos de crudo extrapesado de buena calidad, pero la sanción de la Administración Trump que obligó a la estatal petrolera rusa Rosneft a suspender sus operaciones en Venezuela, forzó al gobierno venezolano a que Rusia transportara su petróleo mediante el trasvase de crudo en buques en el Mar Báltico, atravesando todo el Océano Atlántico, para enviarlo a Singapur y vendérselo a China, que enviaba gasolina junto con India.

Sin embargo, los bloqueos de las rutas de transporte petrolero por parte de EE UU y las presiones de Washington sobre Moscú dejaron a Venezuela con esa vía prácticamente cerrada y el régimen de Maduro recurrió a su aliado militar y energético en el Medio Oriente, Irán, que es el mayor objetivo militar de EE UU en esa región.

El salvavidas iraní para evitar el colapso energético de Venezuela

Entonces, mientras Maduro ha extraído más de 570 millones de dólares en 14 toneladas de oro de forma ilegal en las arcas públicas de reservas nacionales en el Banco Central de Venezuela, según la agencia Bloomberg, esos envíos de oro se dirigen a Rusia para captar flujos de euros en efectivo por su venta al gobierno de Vladimir Putin (presidente ruso) y a Irán para cancelar los envíos de gasolina hacia Venezuela.

Los sectores petroleros de ambos países, Venezuela e Irán, están bajo duras sanciones de Estados Unidos. Bajo ese esquema de cooperación bilateral con premisas ideológicas de supervivencia de sus sistemas de poder (comunista-capitalista en Venezuela y teocrático autoritario en Irán), es que Caracas y Teherán se han aliado para evadir la presión estadounidense, que busca socavar los pilares militares y financieros que sostienen en el poder a los regímenes de Maduro y del ayatolah Alí Jamenei (líder supremo de Irán).

“Esto no sólo no es bien recibido por Estados Unidos, sino que tampoco lo es por el resto de los países de la región, y estamos analizando las medidas que se pueden tomar”, dijo el funcionario de la Casa Blanca.

La economía negra de la gasolina

Esta dinámica evidencia que la escasez de gasolina en Venezuela tiene un origen financiero y, en mayor medida, político. Por lo tanto, al ser el recurso que mueve la economía dinámica de la dolarización comercial en un país en crisis económica extrema, la poca gasolina que entra a Venezuela por los envíos de Irán cae en las mafias de contrabando y reventa de combustible de la Guardia y la Policía Nacional venezolana, que revenden la gasolina a los usuarios y estos a su vez la venden al doble o triple de su precio en un promedio de 50 dólares en efectivo por apenas 30 litros, que no cubre ni siquiera la capacidad del tanque de un vehículo pequeño.

Esto ha creado una economía oscura, monopolizada y configurada bajo un mercado negro que determina de forma anárquica y al margen de la ley la estructura de precios, distribución, comercialización y abastecimiento de bienes, productos y servicio en una nación donde el 80% de la población está sumida en la pobreza de ingresos y el 61% en la pobreza extrema, según los resultados más recientes de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi).

¿Más gasolina rumbo a Venezuela?

Al menos un buque cisterna que transportaba combustible cargado en un puerto iraní ha zarpado hacia Venezuela, según datos de seguimiento de buques de la firma de análisis energético Refinitiv Eikon, el pasado miércoles, lo que podría ayudar a aliviar la aguda escasez de gasolina en el país sudamericano.

El miércoles, un buque cisterna mediano con bandera de Irán llamado Clavel, cruzó el Canal de Suez, ubicado en Egipto, luego de cargar combustible a finales de marzo en el puerto iraní de Bandar Abbas, según información publicada por diferentes medios en el mundo, reseñó Reuters.

Otros cuatro buques del mismo tamaño que el Clavel, todos iraníes y cargados con combustible en o cerca de Bandar Abbas, están a punto de cruzar el Océano Atlántico después de pasar Suez, en el Medio Oriente, con rumbo al hemisferio occidental del planeta, donde se encuentra América. Sin embargo, se desconoce con precisión cuáles serán sus destinos. Sin embargo, al cruzar el extenso Atlántico, podrían tardar entre dos y tres meses en llegar a territorio sudamericano, donde tendrían una parada casi segura en Venezuela.

Uno de esos buques, llamado Fortune, aparece en una lista de petroleros programados para ingresar al puerto venezolano, según una persona con conocimiento del asunto citada por Reuters.

El funcionario estadounidense citado por la agencia, dijo además que “la necesidad de Venezuela de recurrir al combustible iraní refleja la desesperación del gobierno de Maduro”.

La realidad el país se ha moldeado en un contexto en el cual la cuarentena por el coronavirus se convirtió en la estrategia política del régimen de Maduro para contener la tensión social por el agravamiento de la crisis y la escasez de un recurso que determina el comportamiento del comercio, la economía y la distribución de rubros esenciales en la otrora potencia petrolera de Venezuela. @mundiario

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