Los economistas calculan que el déficit de España se disparará al 15% del PIB este año
El organismo que mantiene el control financiero y la administración de todo el monopolio de capitales que hoy el mundo entero necesita para intercomunicarse y solucionar sus crisis sanitarias en el marco de la pandemia de coronavirus, ya ha dado sus pronósticos sobre el inevitable desplome de la cuarta economía más importante de la Unión Europea y una de las más importantes en el comercio global y la exportación de energías. El Fondo Monetario Internacional (FMI) vaticinó hoy que la deuda pública española ascenderá al 115% del PIB en 2021y un déficit del 9,5%.
Sin embargo, el gremio de economistas españoles va mucho más allá y se aventura en un osado pronóstico que, aunque no juega políticamente a favor de un entrampado Pedro Sánchez, es la cruda realidad que podría golpear de frente a España cuando menos se lo espere. Y es que según el Consejo General de Economistas (CGE), el aumento del gasto de las Administraciones para hacer frente a la emergencia sanitaria, junto a la merma en la recaudación causada por la paralización de la economía, puede traducirse en un repunte del déficit hasta el 15,21% este año, un 5,71% más que lo estimado por el FMI.
Este escenario implica que, en contraposición a lo que proyecta el organismo financiero multilateral más grande del mundo, la economía española podría cerrar 2020 con un déficit que no será de 125.000 millones de euros, sino de 212.940 millones de euros, es decir, 87.000 millones más que lo proyectado por la entidad con sede en Washington, EE UU.
Los economistas han explicado este miércoles, en una rueda de prensa virtual en la que han presentado las novedades de la Campaña de la Renta 2019, que para construir sus cálculos se han basado en el gasto de 120.000 millones derivado de las medidas aprobadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis. Ese argumento demuestra que solo el gasto para las medidas de contención de la emergencia sanitaria es casi la totalidad del diferencial de 125.000 millones de euros que se desprende del informe del FMI, pero los economistas españoles creen que no será así, sino que el gasto total, que también incluye las inversiones públicas y el financiamiento con liquidez para sacar la economía del país de su actual estado de coma, equivaldrá a más de 212.000 millones de euros, un golpe financiero altamente impactante para el Gobierno de Pedro Sánchez.
Al añadirle el déficit ya previsto para este año (del 1,8%, unos 32.000 millones), la cifra subiría a los 142.000 millones, pero esto solo en gastos corrientes para la contingencia, pues si se le suman los gastos generales de Estado, que no derivan de una suficiencia que ya no existe en los maltrechos Presupuestos Generales del Estado 2020, entonces la administración socialista tiene solo dos opciones: atender la crisis con los fondos disponibles o endeudarse y arriesgarse a que el PIB se vea arropado en un 120% saturado de una deuda pública que tendrá bajo presión al Estado español por los próximos 10 a 20 años.
Con una caída del PIB que el CGE estima de, al menos, un 5%, los números rojos de las administraciones rozarían el 12%. Pero a esto hay que sumarle el golpe a la recaudación, que se ha visto desacelerada por las prórrogas del Ministerio de Hacienda y eso ha hecho que el Gobierno vea reducida su capacidad para generar retorno de capital fresco sin tener que expandir la liquidez ni pedir créditos adicionales al Congreso.
Las cuentas no le encajan a Sánchez y el rompecabezas fiscal de España está ahora más complicado que nunca. Amanecerá y veremos. @mundiario
