La economía japonesa se contrajo un 0,9% en marzo y entra oficialmente en recesión

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El famoso mercado de pescado de Tokio, la capital japonesa, cerrado permanentemente por la pandemia / Reuters.

Esto implica que el PIB de Japón, estimado en 4,9 billones de dólares, perdió unos 44.100 millones de dólares hasta promediar un nivel de US$4,8 billones.

La economía japonesa se contrajo un 0,9% en marzo y entra oficialmente en recesión

La tercera mayor economía del mundo está en emergencia y en recesión. Como un castillo de naipes, una tras una en el selecto club de las siete naciones más ricas y prósperas del planeta; primero fue Estados Unidos, luego China, y ahora Japón. La pandemia del coronavirus, que detonó la crisis de la llamada Gran Reclusión de 2020, ha colocado en rojo los indicadores macroeconómicos de la nación nipona.

Y es que la economía japonesa entró en recesión en el primer trimestre del año, por primera vez desde 2015, tras contraerse un 0,9 % debido a la pandemia de la Covid-19 y acumular dos trimestres consecutivos en negativo, según los datos preliminares publicados este lunes por el Gobierno.

Esto implica que el PIB de Japón, estimado en 4,9 billones de dólares, perdió unos 44.100 millones de dólares hasta promediar un nivel de US$4,8 billones.

Esa retracción podría perturbar todo el mercado que se sostiene con las exportaciones japonesas a las cadenas de suministro global y que, a su vez, retroalimentan todo el sistema industrial mundial, con mayor énfasis en Occidente.

El descenso intertrimestral registrado por el producto interior bruto (PIB) nipón tiene lugar tras su caída del 1,9 % entre los pasados meses de octubre y diciembre, debida a su vez a la nueva subida del impuesto sobre el consumo y a las malas condiciones meteorológicas.

La economía japonesa lleva años sumida en un grave problema de deflación, es decir, en una espiral de desplome del índice de precios hasta un nivel de absoluta desaceleración, lo que implica un ciclo de depreciación de la moneda nacional, el yen.

Además, la contracción de la economía japonesa representa un hecho estratégico para EE UU, que busca dominar el mercado asiático mediante la guerra comercial con China y la inyección de oferta exportadora a niveles de competencia desleal por parte de las grandes transnacionales estadounidenses, y ahora con Japón fuera del tablero temporalmente, la escalada comercial le deja más espacio libre a Washington para saturar el mercado asiático con bienes y expansión industrial de capital estadounidense. @mundiario

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