La economía de Brasil reporta un leve crecimiento tras dos años de recesión

Vista aérea de Brasilia.
Vista aérea de Brasilia.

El presidente Michel Temer celebró la subida del 1% en su PIB al anunciarla como el punto que marcará el fin de la pobre situación de su país.

La economía de Brasil reporta un leve crecimiento tras dos años de recesión

Pese a estar hundido en una de las crisis políticas más grandes de su historia, Brasil ha gozado un crecimiento económico del 1% en el primer trimestre de este año al compararse con el último trimestres de 2016. Tras dos años de recesión, este aumento es agua en pleno desierto. No obstante, el dato no quiere decir forzosamente que la estadística traiga buenas noticias. Al compararse con el mismo periodo del año anterior, el Producto Interno Bruto (PIB) ha reculado en un 0.4%. En total, en la suma de los trimestres su caída fue del 2.3%. En los últimos dos años la economía de la gran potencia sudamericana se ha caído en un 7.2%.

Uno de los factores más importantes en los números divulgados por el Instituto Brasileiro de Geografía e Historia fue la actividad agrícola, que en este ejercicio fue sobresaliente, especialmente la soja, y el sector se catalizó en un 13.4% en comparación al primer trimestre de 2016 gracias a las cosechas, un porcentaje que superó de largo las expectativas. En cuanto a los demás sectores, el progreso es no menos que lento, y en algunos casos inexistente. Los medidores de la demanda interna se mantienen varados en números rojos por segundo ejercicio fiscal consecutivo: el consumo de las familias, por brindar un ejemplo de ello, cayó en un 1.9%. Con 14 millones de personas desempleadas, el porcentaje no debería ser ninguna sorpresa.

La inversión de las empresas también se ha venido abajo, tal y como ha pasado en los últimos cuatro años. Esta vez, la caída fue de un 3.7%. La tasa de inversión es del 15.6% del PIB, menor que en el primer trimestre del año pasado, cuando fue del 16.8%. Es también la más pequeña en 22 años.

Estos números dejan ver la nueva tormenta a nivel nacional que se desató luego de que altos mandos e JBS, una de las gigantes del sector cárnico en Brasil, acusaran al presidente Michel Temer de encabezar una red de sobornos. Aquellas confesiones dejaron caer una bomba sobre Brasilia. Encima de todo, el caos deja ahora en el aire si la Administración de Temer podrá ejecutar las reformas de austeridad que viene impulsando desde hace meses.

Temer tiene tan poco que presumir y poco que hablar sobre su Gobierno que celebró estos datos como si fueran la panacea a los males de su país. "¡Se acabó la recesión! ¡Brasil ha vuelto a crecer! Y con las reformas va a crecer aún más", escribió en su perfil de Twitter. No obstante, para que una recesión se de por concluida, la economía local debe crecer al menos dos trimestres consecutivos.

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