El dinero b y la economía sumergida campa a sus anchas en la España de Rajoy

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

En España, la economía sumergida es la asignatura pendiente de todos los gobiernos. Siempre llegan con grandes propósitos para combatirla y se van con ridículos resultados. Es lo que hay.

El dinero b y la economía sumergida campa a sus anchas en la España de Rajoy

Está instalada en el país una especie de "cultura del fraude" que es lo que explica  la permisividad social con la economía sumergida. Pero llama la atención que el volumen de la economía oculta haya rebrotado en los años de la crisis hasta alcanzar el 24,6 por cien -en Galicia un punto más- del Producto Interior Bruto, en números redondos 253.000 euros, según el informe de la Asociación de Técnicos de Hacienda -Gestha-. Dicho en román paladino, uno de cada cuatro euros se escapa al control del fisco.  

Dicen los expertos que este rebrote se debe, entre otras causas, a la presión fiscal, a la picaresca en la contratación a tiempo parcial y sobre todo al paro. En este sentido, la economía sumergida crea cientos de miles de empleos que, en medio de la crisis, evitan el hambre a muchas personas y evitan que se produzca un estallido social. Es su lado positivo.  

Pero semejante fraude también "se explica" como una reacción de los ciudadanos a la corrupción y a la administración hipertrofiada. ¿Por qué, pregunta mucha gente, los partidos no cortan tanta "mangancia" de numerosos políticos, como la que estos días cobra actualidad en Galicia con el caso Pokemon? ¿Por qué no reforman las administraciones y eliminan asesores, coches oficiales y cargos políticos, que evitarían muchos impuestos?. Es lo que se piensa en la calle y la justificación que muchos encuentran para funcionar con dinero negro.  

La economía sumergida es la asignatura pendiente de todos los gobiernos que llegan con grandes propósitos para combatirla y se van con ridículos resultados -¿cómo medirán la productividad de la Agencia Tributaria?-. Buscan el fraude fiscal entre asalariados, pensionistas, fontaneros o mecánicos -"¿con IVA o sin IVA?"- en lugar de perseguir las grandes bolsas de fraude.  

Por eso, además de anuncios de "bajadas sucesivas de impuestos a partir de 2015", el país necesita un sistema fiscal que cumpla con los principios de progresividad, generalidad e igualdad y necesita, en palabras del presidente de GESTHA, "medidas relativas a los vehículos de elusión fiscal que utilizan las grandes empresas y fortunas, como las sicavs". 

Pero llegados a este punto, parafraseando a Don Quijote, con la iglesia de las grandes fortunas hemos topado y, al final, hacienda seguiremos siendo los de siempre. Porque no parece que haya mucha voluntad política de acabar con la economía sumergida, otra forma de corrupción.

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