Diferencias entre comprar ahorrando o financiando

Tarjetas de crédito. / Mundiario
Tarjetas de crédito. / Mundiario

El hecho de poder pagar a plazos nuestras compras puede suponer un gran desahogo para la economía en nuestro día a día, pero ¿resulta conveniente en el largo plazo?

Diferencias entre comprar ahorrando o financiando

Lo más probable es que hayas sido objeto de múltiples ofertas relacionadas con la posibilidad de financiar tus pequeñas, medianas o grandes compras. Se trata de una técnica muy habitual por parte de las empresas, así como las entidades bancarias para estimular el consumo y hacer negocio a través de préstamos personales o tarjetas de crédito.

Desde el buscador y comparador de productos financieros Busconómico.com nos comentan las principales diferencias entre comprar al contado o aplazar los pagos.

Compras en efectivo vs a crédito

En primer lugar, lo primero que debes tener en cuenta es que jamás deberías financiar una compra si dispones del dinero suficiente para pagarlo al contado y tienes la certeza de que no vas a necesitar ese dinero para otros propósitos en el corto plazo. Es decir, dejar de liquidar una deuda en el momento en el que puede hacerse tan solo generará intereses que contribuirán a mermar nuestra economía. Conservar el dinero en la cuenta corriente no es más que un pobre espejismo de una riqueza de la que no disponemos.

En el caso de que no dispongamos del dinero en efectivo o la liquidez a débito suficiente para costear las compras en cuestión, es entonces cuando debemos sopesar la conveniencia de financiarla o no.

En contra de lo que pueda parecer, la respuesta suele ser considerablemente sencilla. Si disponer del bien en cuestión resulta totalmente imprescindible, la decisión más lógica es la de proceder a comprar a crédito siempre y cuando las condiciones, en cuanto a plazos e intereses, sean razonables.

Si, por el contrario, podemos prescindir del bien, lo más sensato y recomendable para nuestra economía personal será siempre postergar el gasto. Eso no quiere decir que debamos renunciar a disfrutar del bien en un momento dado. Sencillamente, deberemos ahorrar el dinero suficiente hasta poder costear la compra al contado o acceder a un préstamo en unas condiciones más razonables.

Es más, el ahorro del dinero en efectivo no solamente nos permitirá eludir el pago de los intereses a los que habríamos tenido que hacer frente en caso de optar por la financiación, sino que, además, nos ayudará a conseguir más dinero gracias a la utilización de productos de ahorro seguros como las cuentas remuneradas o los depósitos a plazo fijo, que nos aportarán una rentabilidad mientras no utilicemos el dinero.

Diferencias entre comprar al contado o con financiación

> Coste de la compra

En el caso de optar por pagar al contado, el coste de la compra equivale al precio habitual de mercado. Sin embargo, si optamos por la financiación, el coste final que terminaremos pagando pueden llegar a ser muy superior al precio de mercado del producto o bien cuestión.

Esta situación se manifiesta poderosamente en el caso de créditos a medio y largo plazo, especialmente, cuándo se trata de grandes cantidades de dinero. En estos casos, el precio final que acabaremos pagando puede llegar a suponer más de un 50% del precio original.

> Disfrute de la compra

No cabe duda de que la financiación posibilita que disfrutemos del bien o servicio adquirido en el mismo momento en el que lo deseamos. Según los casos, éste puede ser un factor muy relevante. Los tratamientos médicos que tengan que ver con nuestra salud o cualquier otro tipo de servicio que influya directamente en nuestra calidad de vida bien pueden valer el coste extra derivado de la financiación. Después de todo, tener que esperar para disfrutar de este tipo de ventajas en nuestra vida podría no valer la pena.

Ahora bien, la postergación de la compra también puede llegar a incrementar el nivel de satisfacción experimentado cuando, por fin, logremos disfrutar del bien o servicio en cuestión. Todo lo contrario suele suceder cuando nos acostumbramos a adquirir bienes de forma totalmente impulsiva y sin ningún tipo de reflexión.

La mejor alternativa posible: financiar sin intereses

Afortunadamente, existe una alternativa que reúne tanto las ventajas de la compra en efectivo y la compra a crédito. Nos estamos refiriendo, por supuesto, a la financiación al 0% de interés.

En este caso el aplazamiento de la compra suele correr a cargo de la tienda o establecimiento que nos vende el producto o servicio. Se trata de una facilidad que se ofrece a los clientes para que puedan realizar.

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