La deuda de los países de ingreso bajo aumentó a 860.000 millones de dólares en 2020

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Trabajadores en una obra de construcción en Perú. / Sala Informativa Banco Mundial
La pandemia y su consecuente recesión económica causaron un incremento del 12 % en la deuda acumulada de los países de bajos ingresos. El Banco Mundial llama a la reestructuración.
La deuda de los países de ingreso bajo aumentó a 860.000 millones de dólares en 2020

El índice de deuda global está llegando a niveles exorbitantes. Los países más pobres del mundo acumulan una deuda que supera el conjunto de sus productos internos brutos (PIB), mientras que todavía no se aborda un plan internacional destinado a subsanar esos compromisos en medio de una recesión económica mundial, que no cesa, por la pandemia de covid-19. 

Y aunque los Gobiernos de todo el mundo respondieron a los impactos sanitarios y económicos de la covid-19 con enormes paquetes de estímulo fiscal, monetario y financiero, las distorsiones en la distribución del capital global persisten en el sistema económico moderno. 

El Banco Mundial se ha pronunciado y señala que, aunque el objetivo de estas medidas era abordar la emergencia sanitaria, amortiguar el impacto de la pandemia entre los pobres y vulnerables y poner a los países en la senda de la recuperación, la carga de la deuda resultante de los países de ingreso bajo de todo el mundo aumentó un 12 % y alcanzó la cifra récord de USD 860.000 millones en 2020 según un nuevo informe del organismo multilateral.

Exceso de deuda en la economía

Es decir, de todo el valor monetario en el PIB de la economía mundial, superior a los 80 billones de dólares, la deuda externa acumulada solo de los países pobres está cerca de llegar a 1 billón de dólares. El impacto social negativo que este desajuste tiene en el desarrollo de las sociedades en regiones como África y América Latina es enorme.


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El ente financiero, con sede en Washington DC, Estados Unidos, afirma que “incluso antes de la pandemia, muchos países de ingreso bajo y mediano se encontraban en una posición vulnerable, con una desaceleración del crecimiento económico y una deuda pública y externa ubicada en niveles elevados”. De hecho, las previsiones de crecimiento para la economía mundial este año se proyectan en un 5,6% frente al 6% estimado en julio de 2021. La deuda acumulada incide en ese nivel de contracción de la producción. 

Los datos del Banco Mundial revelan que el volumen de la deuda externa de los países de ingreso bajo y mediano combinados aumentó un 5,3 % en 2020 hasta alcanzar los USD 8,7 billones. Según el nuevo informe International Debt Statistics 2022 (Estadísticas de la deuda internacional 2022), se precisa un enfoque integral de la gestión de la deuda para ayudar a los países de ingreso bajo y mediano a evaluar y reducir los riesgos y lograr niveles de deuda sostenibles, detalla el organismo. 

¿Otro salvavidas para los países pobres?

Entonces, la influencia de instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional será clave en el proceso de ayuda y renegociación de la deuda de los países pobres en medio de la actual crisis económica mundial, marcada por un aumento de la inflación y la paralización de las cadenas de suministro.

“Necesitamos un enfoque integral del problema de la deuda, en el que se contemplen la reducción del endeudamiento, una reestructuración más rápida y una mayor transparencia”, manifestó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. “Los niveles de deuda sostenibles son vitales para la recuperación económica y la reducción de la pobreza”, acotó.

El Banco Mundial mantiene una posición en la que aboga por la reducción, la reestructuración y la transparencia de la deuda, pues considera que son necesarias para ayudar a estos países a superar sus problemas de endeudamiento. Esta política de entendimiento les daría a los Gobiernos de las naciones subdesarrolladas y en vías de desarrollo un mayor margen de maniobra para invertir los capitales externos en desarrollo doméstico sin caer en default. @mundiario 

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