Debilidad histórica del comercio mundial
La tasa interanual de importaciones mundiales se situó en el 1,7% en 2015 según el informe anual del Banco de España, frente al 3,4% registrado en 2014.
Las teorías tradicionales de Adam Smith o David Ricardo ponían énfasis en el intercambio internacional de bienes y servicios como método de desarrollo de una economía a partir de la apertura externa, creando ventajas comparativas entre diferentes economías, y por tanto, ventajas competitivas.
El comercio internacional como proceso de apertura comercial de una economía se produjo a lo largo de la segunda mitad del siglo XX fundamentalmente, con un remarcado auge a lo largo de las décadas de los 80 y 90 con la incorporación de mercados emergentes a estas relaciones de intercambio.
En España se dieron los primeros pasos de apertura comercial hacia 1959 mediante el Plan de Estabilización, aunque no fue hasta 1986 la consolidación de este proceso comercialización internacional mediante la adhesión a la Comunidad Económica Europea, paso definitivo hacia la liberalización de la economía española.
Existen numerosos análisis y estudios del mercado internacional y sus principales vertientes contrapuestas de desarrollo: el librecambismo y el proteccionismo, pero ¿y ahora qué? Actualmente el mercado mundial, a pesar de su paulatino crecimiento en el último año, sufre un receso en comparación a la etapa anterior al estallido de la crisis. El factor cíclico del comercio mundial, agravado por las turbulencias económicas y financieras surgidas a partir de la crisis, hacen ver que caminamos hacia un nuevo modelo de comercio internacional, en el que la regulación en política arancelaria, dumping social y las diferentes barreras al libre comercio, dan lugar a un modelo paradójico de libre mercado regulado.
El último informe anual del Banco de España, publicado en este mes, deja en evidencia una “debilidad histórica” del comercio internacional. Desde el segundo semestre de 2011 el crecimiento de las importaciones mundiales se mantiene por debajo de su media de largo plazo, síntoma también de la sensibilidad de las importaciones al crecimiento del PIB, también con tasas excepcionalmente reducidas durante los últimos años.
En conjunto, la tasa de crecimiento interanual de las importaciones mundiales en términos reales fue de sólo un 1,7% en 2015, frente al 3,5% de 2014, siendo las economías emergentes las que más contribuyeron a la atonía del comercio mundial.
A pesar de ello, las causas de esta debilidad mundial del comercio son diversas. El factor “inversión”, componente intensivo en las importaciones, ha sido particularmente bajo, aunque en algunos casos las dificultades en sectores clave en algunas economías, han contribuido de manera directa y negativa al desarrollo del comercio internacional. La demanda se ha visto desplazada hasta el sector servicios en esta etapa, y a regiones emergentes, en especial China.
La recuperación de las tasas de crecimiento interanual del comercio mundial está por llegar, los esfuerzos en materia de regulación y política económica, los precios de las materias primas e inflación, han de promover el desarrollo de una situación favorable para la regeneración del comercio internacional.
