De la Dehesa supedita la unión bancaria a un fondo de garantía de depósitos

Guillermo de la Dehesa. / Mundiario
La unión bancaria no podrá funcionar solamente con el supervisor único, sin un sistema de resolución y un fondo de garantía de depósitos, advierte el presidente del Centre for Economic Policy Research.
De la Dehesa supedita la unión bancaria a un fondo de garantía de depósitos

El presidente del Centre for Economic Policy Research, el español Guillermo de la Dehesa.

El economista Guillermo de la Dehesa, presidente del Centre for Economic Policy Research (CEPR), defiende en un artículo en El País que la unión bancaria no podrá funcionar solamente con el supervisor único, sin un sistema de resolución y un fondo de garantía de depósitos. Por esta razón, será incompleta, inestable e ineficaz hasta conseguir una mayor integración de los sistemas de resolución y garantía de depósitos o hasta decidir directamente modificar los Tratados para conseguir una verdadera unión bancaria y avanzar hacia una mayor unión fiscal.

Como recuerda este autor, ex secretario de Economía, desde la creación de la Unión Monetaria era sobradamente sabido que no podría funcionar sin una cierta unión fiscal para hacer frente a los llamados choques asimétricos, es decir, a aquellos que afectan a uno o varios de sus Estados miembros, pero no al resto. "Pero no se hizo caso alguno", constata.

Ahora, varios Estados periféricos han sufrido dicho choque, pero sigue rechazándose cualquier intento de mutualización fiscal para reducirlo. La eurozona continúa sin tener verdadera política macroeconómica, es decir, monetaria y fiscal. La política monetaria solo puede responder a los choques simétricos, que afectan a toda la eurozona, pero no a los que afectan solo a algunos de sus Estados miembros. Es más, una política monetaria única, aplicada a Estados en diferentes grados de desarrollo y crecimiento, puede producir choques asimétricos, comenta De la Dehesa.

Entre 2002 y 2005, el BCE bajó sus tipos de interés del 4,5% al 2,5% y luego al 2%, manteniéndolos hasta 2005, para sacar a Alemania de su ligera recesión (-0,4%), a Francia de su bajo crecimiento (0,9%) y a Italia de su nulo crecimiento (0,0%), al representar dichos Estados casi el 68% del PIB de la eurozona. Mantener dichos tipos al 2% durante tres años hizo que, para otros Estados, como España, Irlanda y Grecia, que crecían al 3,3%, el 4,5% y el 5,9%, con inflaciones del 3,2%, 4,1% y 3,4%, respectivamente, dichos tipos nominales del 2% fueran negativos en términos reales. Y, como explica Guillermo de la Dehesa, tipos de interés reales negativos inducen a empresas y familias a endeudarse, ya que sus ingresos aumentan con la inflación. Así, los tres Estados grandes mejoraron su crecimiento a costa de crear burbujas de crédito e inmobiliarias en los tres segundos, que ahora sufren su posterior e irremediable recesión al estallar dichas burbujas, que no fueron detenidas a tiempo.

Por el contrario, EE UU muestra que una verdadera unión bancaria ayuda notablemente a la política fiscal del Estado federal para que aquellos Estados que estén sufriendo choques asimétricos superen su crisis más rápidamente, como está ocurriendo hoy en California.

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