Cuba pide reestructurar su deuda con el Club de París por el shock de la pandemia

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Trabajadores cubanos del campo con mascarillas contra el coronavirus / AFP.
En una carta, Cuba pide "una moratoria para 2019, 2020 y 2021, y volver a pagar en el 2022", relató una fuente diplomática a la AFP. 
Cuba pide reestructurar su deuda con el Club de París por el shock de la pandemia

El otrora satélite de la órbita comunista de la extinta Unión Soviética, con sus antiguos planes expansionistas hacia América, enfrenta hoy la crisis económica más grave de su historia tras 50 años de bloqueo financiero y comercial impuesto por Estados Unidos con el objetivo de desmontar el complejo aparato de poder del régimen neocomunista de esa nación caribeña. Hoy por hoy, la deuda y la pandemia de coronavirus son una combinación letal para la agotada economía de Cuba.

Y es que tras sufrir el súbito shock de un estado de confinamiento y una crisis sanitaria que tiene en vilo a una población sumida en la pobreza, Cuba quiere ahora suspender hasta 2022 el pago de su deuda externa con el Club de París, esto con la esperanza de beneficiarse de la misma tolerancia que el G-20 concedió a los países africanos.

Este anuncio, realizado por el Gobierno-régimen comunista de la cúpula de poder militarista de los Castro en ese país insular (actualmente liderado por Miguel Díaz-Canel), se da un momento que el Ejecutivo cubano ha optado por liberalizar y darle apertura a ciertos sectores de la economía del país con el objetivo de incrementar la captación de los flujos de remesas en dólares, así como permitir las ventas de productos en moneda estadounidense en el sector comercial de la isla, para así expandir la recaudación de impuestos y conseguir financiamiento en un momento de máxima presión financiera por parte del Gobierno de Donald Trump contra el régimen de Cuba.

Con esa intención como política de Estado, el viceprimer ministro del Gobierno cubano, Ricardo Cabrisas, escribió una carta al grupo de 14 países acreedores de Cuba, principalmente europeos (Francia, España, Reino Unido, Italia) y que también incluye a Japón, Australia y Canadá.

En misiva, Cuba pide "una moratoria para 2019, 2020 y 2021, y volver a pagar en el 2022", relató una fuente diplomática, cuya información fue confirmada luego por otras dos fuentes, según reseñó la agencia AFP.

Esas naciones que concentran casi toda la deuda y los bonos públicos de Cuba, se reparten prácticamente la totalidad o el 80% de la economía del país, que tiene un PIB (producto interno bruto) de apenas 100.000 millones de dólares, no solo por su modesto aparato productivo, que solo exporta tabaco y café, sino también por el fuerte impacto de décadas de bloqueo comercial en las importaciones que Cuba ha requerido para abastecer su mercado interno, su consumo y la producción de varios rubros agropecuarios y agroalimentarios.

El acuerdo con el Club de París es crucial para la isla: en 2015 negoció la reestructuración de su deuda con esos 14 países, para cancelar 8.500 de los 11.100 millones de dólares adeudados. Es decir, Cuba le más del 11% del tamaño de su economía al selecto grupo de cuatro países que forman parte del G-20, cuyo objetivo y gestión financiera en la actual crisis económica mundial se ha basado en otorgar préstamos a los países de la periferia del sistema capitalista global para estimular el funcionamiento de los mercados emergentes y circuitos de consumo que retroalimentan la estructura financiera de las grandes economías de esas naciones, que controlan el eje capitalista mundial.

El saldo restante se convirtió en proyectos de inversión o se extendió su pago hasta 2033 (por lo que Cuba tenía que pagar 82 millones en 2019). Hasta ahora, el país insular acumula una deuda de 11.082 millones de dólares. Sin embargo, el pago de ese compromiso podría abultarse con intereses si Cuba no logra un acuerdo diplomático y financiero con el Club de París para renegociar la deuda, lo que la haría caer en una situación de presión económica nacional similar a la que atraviesa Argentina con sus acreedores por una abultada deuda de casi 300.000 millones de dólares.

Esto había vuelto a acercar al país con sus acreedores y aliviar sus tensiones financieras, luego de la cancelación casi total de la deuda por parte de China en 2011 (6.000 millones de dólares), México en 2013 (500 millones) y Rusia en 2014 (35.000 millones).

Afectada por los retrasos en la reforma de su sistema económico de corte soviético y por la intensificación del embargo que le aplica Estados Unidos, Cuba ya había pedido a inicios de este año una primera moratoria para la deuda de 2019, y se había comprometido a pagar a más tardar a finales de mayo de 2020. Sin embargo, el impacto económico de la pandemia amenaza con retrasar esos pagos por la paralización de las módicas exportaciones de Cuba y el cierre del comercio global a causa de la crisis. @mundiario

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