La crisis de Caixa Geral implica la inminente desaparición de lo que queda del Banco Simeón

Banco Simeón
Edificio en la Praza de Pontevedra (A Coruña) donde se situaba la antigua sede del Simeón en la ciudad.

La crisis de la portuguesa Caixa Geral va implicar la desaparición de lo que queda del Banco Simeón, una entidad centenaria que surgió de la iniciativa de unos inmigrantes riojanos llegados a Compostela en 1853.

La crisis de Caixa Geral implica la inminente desaparición de lo que queda del Banco Simeón

Los test de stress de la European Banking Authority (EBA), cuyos resultados se divulgaron a finales de julio pasado, no publicaron los datos de todos los bancos analizados, limitándose a informar de los 51 mayores bancos a nivel europeo. Sin embargo fuera de la muestra han quedado bancos que están por debajo del capital exigido por Bruselas en el caso de escenarios de elevado stress, como es el caso en Portugal de la Caixa Geral de Depósitos (CGD), la mayor entidad por activos, que se situó por debajo del umbral mínimo de referencia. Como consecuencia, el 24 de agosto la Comisión Europea ha llegado a un principio de acuerdo con el Gobierno luso para recapitalizar la CGD con unos 4.600 millones de euros, repartidos en el compromiso de la propia entidad de reunir un total de 1.000 millones de euros en deuda subordinada, la aportación por el Estado portugués de una inyección de capital de hasta 2.700 millones de euros y la conversión de otros 900 millones de bonos convertibles contingentes ("CoCos"), en acciones.

Por su participación en la filial Banco Caixa Geral, en España CGD cuenta con activos por 5.091 millones de euros y depósitos de clientes por 2.762 millones de euros en depósitos de clientes, en una red de 103 sucursales repartidas por 22 provincias españolas, con especial presencia en Galicia como consecuencia de la red comercial heredada del Banco Simeón. Con toda seguridad la CGD se verá obligada a deshacerse de su filial española en virtud del citado acuerdo entre el Gobierno portugués y la Comisión Europea.

El inicio y el fin de Banco Siméon

En la Compostela de 1857 es donde se localizan los orígenes del Banco Simeón, al fundarse la sociedad “Jorge de la Riva y García”,  dedicada a la compra venta al mayor de géneros y a operar como casa de banca, por el riojano Simeón García de La Riva. El grupo posteriormente constituiría otras casas de banca en Vigo, Vilagarcía y Ourense (estas dos últimas y la de Compostela serían compradas por Banesto en 1958). La casa de banca de Vigo llegado 1965, pasaría ya como sociedad anónima, a denominarse Banco Simeón, que fue constituido con un capital social de cincuenta millones de pesetas, siendo resultado de la absorción de las secciones financieras del grupo familiar Simeón.

Unos veinte años más tarde, en 1983, el Banco Simeón, según el anuario de la AEB contaba con 33 oficinas, 643 empleados, recursos propios por 3.469 millones de pesetas y depósitos de clientes por 31.923 millones, siendo el resultado del ejercicio unas pérdidas de 450 millones de pesetas. La prensa, a mediados del 84, ya apuntaba las dificultades para mantener su viabilidad e independencia, en el momento en que el Simeón estaba presidido por Antonio García-Nieto Fossas y debido a la imposibilidad de los socios de asumir el desembolso de las ampliaciones de capital necesarias para robustecer su solvencia, dado que la propiedad estaba muy repartida entre los múltiples descendientes de Simeón García de la Riva. Tanto era así que, caso inédito en la banca, la presidencia se ocupaba por turnos rotarios entre los tres varones que representaban la cuarta generación de la familia al mando del banco. Poco antes, una oferta de compra realizada por el inglés National Westminster Bank fue rechazada por el Banco de España, más interesado en la venta de los 18 bancos expropiados a Rumasa, entre ellos el también gallego Banco del Noroeste.

Seriamente afectado por la crisis bancaria del período 1978 – 1985, como muestran los resultados de 1983 y sin poder ampliar capital, en 1984 el Banco Simeón fue intervenido por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), facilitándosele ayudas por importe de unos 2.000 millones de pesetas por la vía de la compra de activos dudosos. En dicho ejercicio las pérdidas se habían elevado a 1.656 millones de pesetas. El FGD lo vendió al Banco Exterior de España (BEX) al precio simbólico de una peseta, siendo designado como Presidente el exministro de la UCD Francisco Fernandez Ordoñez.

Se mantuvo en la órbita del BEX hasta que en 1995 fue vendido nuevamente cuando la matriz ya se denominaba Argentaria (entidad que surgió de la fusión del BEX con la Caja Postal y las entidades de crédito oficial) y ostentaba el 85,5 % de su capital. El comprador fue la CGD, que hasta esa fecha limitaba su presencia en España al Banco de Extremadura, comprado en mayo de 1991 al BBV y al Chase Manhattan Bank España, que fue comprado en junio de 1991 a los americanos, pasando a denominarse Banco Luso Español. La operación de venta a la Caixa Geral fue polémica en Galicia, pues el 21 de febrero de 1995 Caixa Galicia formuló una oferta de compra del Banco Simeón a Argentaria. Parece ser que la intención de Caixa Galicia era crear una entidad netamente gallega que estaría formada por los bancos Simeón, Gallego y Etcheverría, contando con el apoyo de la Xunta de Galicia y con el de los partidos políticos gallegos.

El período de control de Banco Simeón por la CGD

La nueva propiedad de Banco Simeón nombra como director general al gallego Ramón Barral Andrade, antiguo directivo del banco. En el momento de la compra por la CGD, Banco Simeón tenía una red de 60 sucursales, de las que 45 estaban en Galicia y 15 en el resto del Estado. En 1994 sus beneficios netos habían sido de 1.303 millones de pesetas, un 4 % más que en el 1993 y contaba con unos depósitos de clientes por importe de 90.247 millones, con un crecimiento del 7,5% sobre el año anterior, tratándose de un banco pequeño, pero rentable.

Mantuvo su relativa independencia hasta que en agosto de 2002 Caixa Geral decidió su fusión con el Banco de Extremadura y el Banco Luso Español para conformar una nueva entidad que duplicaba el tamaño del antiguo Simeón. En junio de 2006 se anunció el cambio de denominación de la entidad que pasa a ser llamada Banco Caixa Geral, y sus servicios centrales se trasladaron desde Vigo a Madrid. Entre los accionistas minoritarios se mantenían, entre otros, Olegario Vázquez Raña, natural de Avión (Ourense) y fundador de un imperio empresarial en México, y Jacinto Rey, presidente del Grupo SanJose.

En el balance del ejercicio 2005, último en el que figuró como Banco Simeón, se podía verificar una entidad bancaria fuertemente capitalizada, pues sus fondos propios llegaban al 8,8% del activo total, con unos depósitos de clientes claramente insuficientes para la financiación de los créditos, ya que sólo suponían el 69,3% de los mismos y un activo donde la actividad de banca comercial era prácticamente la exclusiva, como se demuestra por el peso del 94,2% de los créditos de clientes sobre el activo total de la entidad. Los créditos a clientes ascendían a 2.480 millones de euros y los depósitos de clientes a 1.720 millones de euros.

Como consecuencia de la intervención de la CGD probablemente asistamos al último coletazo de un banco con una historia de casi 150 años en el mercado financiero gallego, las oficinas se venderán a uno de los bancos del oligopolio español y, probablemente, se cerrarán. De una potente banca autóctona y fuerte competencia: Noroeste, Galicia, Gallego, Pastor, Caixa Galicia y Caixanova, con presencia en todas las ciudades y principales localidades del país, en el breve lapso temporal de unos diez años los últimos resquicios de banca propia estarán representados tan solo por Abanca y la Caixa Rural Galega.

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