Competencia advierte de que sigue de cerca la concentración bancaria

Bankia alertó esta semana de que España tiene la mayor concentración bancaria entre los grandes países de la Unión Europea. Tanto, que según su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, las grandes entidades han pasado de controlar el 42% del mercado en 2008 al 72% actual. Este viernes, también en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), el presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, advirtió de que sigue de cerca la concentración bancaria por si conlleva un incremento en los costes o pérdidas de calidad en los servicios que ofrecen las entidades. "Si esto ocurre, actuaremos con todas las herramientas, que no son pocas", subrayó Marín Quemada-

José María Marín Quemada hizo estas declaraciones durante su intervención en el curso de la UIMP La cuarta revolución. ¿Cómo afecta la agenda digital a la economía y a la industria?, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).

Preguntado por si coincidía con las afirmaciones de José María Roldán, presidente de la patronal bancaria AEB, que calificó de "salvaje" la competencia entre bancos españoles, Marín Quemada respondió: "Nosotros también somos ciudadanos, y vemos lo que pasa en la calle. Las concentraciones producen inquietud en general en la CNMC cuando se transforman en incrementos de costes con pérdida de calidad de los bienes o los servicios para los ciudadanos". Así, "es entonces cuando empieza a inquietar a la autoridad de Competencia de España o cualquier país del mundo", explicó en la UIMP.

Pero no todos piensan como el presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. El subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, también en la UIMP, insistió en la necesidad de incrementar la concentración de las entidades financieras. "Aún hay margen de mejora, en particular cuando se observa que España sigue siendo el país con mayor densidad de oficinas por habitantes de la UE. Y ello no parece muy compatible con la innovación tecnológica, cuya implantación permite una menor presencia física. Las entidades bancarias deben adaptarse al nuevo entorno y continuar con la corrección ordenada del exceso de capacidad realizado en los últimos años. Los aumentos de eficiencia requeridos podrían contribuir a una cierta consolidación adicional dentro del sector".