China y la Unión Europea protagonizaron un desigual desplome económico en 2020

Shanghai. / Wei Zhu en Pixabay
Shanghai. / Wei Zhu en Pixabay
En China, el peso de la inversión y el ahorro explica un PIB más resiliente durante 2020, aunque eso lo sea a costa de un crecimiento menos inclusivo, con menos protección social y con más desigualdad que en la Unión Europea.
China y la Unión Europea protagonizaron un desigual desplome económico en 2020

China, con casi mil cuatrocientos millones de habitantes, más que triplica el tamaño demográfico de la Unión Europea. Con tal dimensión social y económica solo parece procedente realizar comparaciones con el conjunto de la UE y no con Estados concretos de la misma.

Según los datos definitivos para 2019 de crecimiento ofrecidos por el Banco Mundial y las últimas previsiones de PIB para 2020 recopiladas y hechas públicas por el Banco de España, el impacto económico de la crisis del Covid-19 en las principales áreas económicas del mundo sería la que recogemos en este recuadro:

CRECIMIENTO INTERANUAL DEL PIB
Tasas de crecimiento.

 

Si nos centramos en los casos de China y la Unión Europea –Estados Unidos estaría en una situación intermedia en cuando a caída del PIB–, la evolución entre 2019 y 2020 provocaría un retroceso de 3,7 puntos interanuales en China (la diferencia entre 5,7 antes y 2,0 después), mientras que para el caso de la Unión Europea el batacazo habría sido nada menos que casi 8 puntos (de crecer un 1,4 a caer un -6,4%). Más del doble.

¿Cómo explicar el doble y desigual impacto económico de la pandemia en la UE respecto a China?. En primer lugar, sin duda alguna, por el diferente impacto de la pandemia, tanto en número de infectados por diez mil de habitantes, como de fallecidos a lo largo de 2020, así como por la duración y extensión de las medidas de confinamiento que se hizo necesario implementar en las sucesivas olas de la misma en la Unión Europea. Impacto, duración y extensión sobre los que en la UE debiéramos reflexionar con mucha calma y detalle.

Desagregación del desplome

Pero, dando este factor diferencial por considerado y obvio, tiene interés detectar qué parte de cada caída respectiva (3,7 puntos en China y casi 8 puntos en la Unión Europea) se explica por cada uno de los tres motores habituales del crecimiento económico: la demanda nacional, la inversión y la demanda externa. Cuál de ellos es más vulnerable o resiliente en ambos casos.

Tomaremos como referencia, previa a la pandemia, que para el año 2016 de un crecimiento total del PIB del 6,7 %, el Instituto Nacional de Estadísticas de China en su Anuario de 2017 (Tabla 3-17) imputaba al consumo 4,3 puntos, a la inversión 2,8 puntos y a la demanda externa - 0,4 puntos. Para ese mismo año Eurostat desagregaba el, menor, crecimiento del PIB en la UE (2 %) así: el consumo interno suponía 1,6 mientras la inversión lo hacía con 0,7 y la demanda externa - 0,3 puntos[1].

La traducción de esta dinámica productiva en un gráfico que recoja los porcentajes que cada uno de estos factores aporta al crecimiento global del PIB resulta, en mi opinión, esclarecedora para dar respuesta a la pregunta que nos planteamos:

Crecimiento del PIB.Fuente: elaboración propia con datos para 2016 de Eurostat e INECh

En China el, mayor, crecimiento está vinculado más a la inversión y menos al consumo que en la Unión Europea. Eso le confiere una mayor capacidad de resistencia ante una crisis abrupta del empleo y de las rentas familiares a causa de la pandemia. No es sólo, por tanto, que el impacto pandémico sea muy inferior (que lo ha sido en 2020) sino que el crecimiento de su PIB depende menos de aquellos vectores que se pueden ver más afectados por la pandemia.

La inversión en China es un motor que depende de un mayor ahorro público (la pública) y de unos mayores márgenes empresariales (la privada). Y ese mayor ahorro y capacidad inversora no se verá tan afectado siempre que se mantengan las contenciones salariales y de cobertura de servicios públicos (sanidad, educación, desempleo, etc.) que explican tal ahorro. Esa mayor resiliencia inversora de China tiene como contraparte una mayor desigualdad y menor protección social que en la Unión Europea.

También comprobamos que en China la demanda externa detrae un menor porcentaje del crecimiento del PIB que en la Unión Europea. La mitad. Aunque a niveles muy inferiores a la demanda interna o la inversión. Es este un factor de resistencia suplementario al que ya anotamos sobre la inversión. Aunque más frágil. Porque los déficits externos galopantes de China en la balanza de servicios (turísticos y otros) o de energía (primer importador de petróleo del mundo) laminan su sólido superávit externo de mercancías. Un superávit éste que está seriamente amenazado por una parálisis o ruptura de la globalización mundial. Lo que provocaría, de producirse, un mayor impacto negativo de la demanda externa sobre el crecimiento de su PIB, homologándola al patrón de la Unión Europea.

Conclusión

El menor impacto diferencial de la pandemia de la Covid-19 en crecimiento económico entre 2019 y 2020 en la economía China respecto a la de la Unión Europea deriva de dos factores complementarios[2]:

En primer lugar de su menor afectación por la pandemia y las medidas de precaución-control derivadas. Pero también porque en China el peso de la inversión y el ahorro explica un PIB más resiliente durante 2020, aunque eso lo sea a costa de un crecimiento menos inclusivo, con menos protección social y con más desigualdad que en la Unión Europea.

Cabe señalar, por último, que aunque el motor exterior tiene un peso negativo menor en China sobre el dinamismo del PIB, ante una recesión prolongada de la economía global podría ser éste un factor que complicase las cosas para que ese país pueda volver a crecer a tasas superiores al 6%, como venía haciendo antes de la pandemia y se maneja en las previsiones para este año 2021. @mundiario

Notas de la Redacción:
Albino Prada es investigador de ECOBAS. En fechas próximas Mundiediciones publicará su nuevo ensayo: “El regreso de China. ¿Chimérica o Telón Digital?”.
[1] En 2019 el menor crecimiento del PIB en la UE se explicaría en su totalidad por una menor demanda interna (familias y sector público), los otros factores se mantienen constantes.
[2] La menor caída de Estados Unidos (5,7 puntos entre 2019 y 2020), dada la muy intensa dependencia de su crecimiento del consumo (familiar o público), debe explicarse por sus excepcionales medidas de transferencias con cargo a endeudamiento.

 

 

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