China reforzó su superávit comercial con la UE el año de la pandemia

El libro El regreso de China, de Albino Prada. / Mundiediciones
El libro El regreso de China, de Albino Prada. / Mundiediciones

No hay duda de que China ha regresado al tablero mundial y europeo para ser un actor económico y social clave.

China reforzó su superávit comercial con la UE el año de la pandemia

La globalización, y creciente interrelación, de la economía europea y China en las últimas décadas está detrás de la presencia de empresas de uno y otro territorio en ambas economías y de unos crecientes flujos de comercio para consumo o para procesos productivos.

Hubei-Wuhan saltó al primer plano internacional no solo por los primeros casos de covid-19 detectados allí en diciembre de 2018 y comienzos de 2019, sino porque en esa zona de China la presencia de empresas (alemanas, italianas, francesas, españolas, …) europeas actuó como un pasillo aéreo de contagio de la pandemia mientras no se cerró el tráfico aéreo.

Lo que sucedió después es de sobra conocido, aquí nos centraremos en hacer un diagnóstico sobre como afectó el colapso económico provocado por la pandemia en el respectivo comercio exterior de ambas áreas económicas. No sólo por sus implicaciones sociales y de empleo sino también para evaluar la resiliencia y autonomía en los aprovisionamientos respectivos.

De entrada conviene tener de referencia que mientras en la UE el PIB retrocedió entre 2019 y 2020 en un diferencial de ocho puntos porcentuales, en China lo hizo en aproximadamente la mitad (cuatro puntos de PIB). Un muy desigual deslome económico.

ESCENARIO BASE EN 2019

China crecía el año 2019 a un ritmo de más del triple que el conjunto de la UE (5,7% frente a 1,4%). En ese año las importaciones europeas de China lo hacían a un ritmo muy superior al del conjunto de las importaciones mundiales de la UE (siempre tomamos aquí la UE ya sin Reino Unido). Casi el triple. Pero también lo hacían las exportaciones que realizábamos hacia China: más del doble que el conjunto de nuestras exportaciones.

Puede decirse que mientras las exportaciones de China a la UE se ajustaban al ritmo de crecimiento de la economía china, las exportaciones de la UE hacia China crecían a un ritmo muy superior al que lo estaban haciendo nuestras economías.

La globalización comercial (para consumo y para cadenas productivas) de Europa con China avanzaba en 2019 a un ritmo muy intenso (superior tanto al de nuestras economías como al ritmo de nuestro comercio mundial global).

Sin embargo todo esto sucedía con un balance muy negativo para la UE: porque la tasa de cobertura de nuestras importaciones, en relación a las exportaciones realizadas, respecto a China se situaba en la mitad de la que tenemos en el comercio global (54 % con China, 104 % con el total Mundial).

En suma: el ritmo de globalización y apertura con China era muy intenso y presentaba un abultado déficit para la UE. Algo que contrasta con el balance comercial global de la UE que está muy equilibrado a escala mundial.

Siendo así que en 2019 el déficit comercial de la UE con China se acercaba al superávit que teníamos con el conjunto del mundo. Lo que quiere decir que en ausencia del desequilibrio con China el saldo positivo exterior total de la UE podría duplicarse.

Un balance muy desequilibrado si tenemos presente que el comercio europeo con China no llega al 6 % del comercio exterior global de la UE.

¿Cómo se ha modificado, si lo ha hecho, esta situación en 2020 tras la pandemia y la recesión del conjunto de las economías europeas?

EL IMPACTO DE LA PANDEMIA EN 2020

Lo primero que llama la atención es que nuestras importaciones de China, lejos de acusar el impacto de la recesión de la economía europea, incluso se han incrementado más que el año anterior a la pandemia (7,1 % frente a 6,0 %). Un comportamiento excepcional ya que el conjunto de las importaciones realizadas por la UE en 2020 se desplomó nada menos que un - 12 %. Las importaciones europeas de productos chinos se comportan de forma inversa al conjunto de las importaciones de la UE. Material sanitario y para la digitalización están detrás de las mismas, poniendo de manifiesto una escasa resiliencia y autonomía europea en esos aprovisionamientos.

También las exportaciones europeas hacia China crecen algo (3%) frente al desplome de las que realizamos al conjunto del mundo (-11,4%);  en este caso la razón tiene que ver con que China haya sido la excepción entre las grandes economías al no haber entrado en recesión pese a la pandemia.

La tasa de cobertura media de la UE respecto a China se mantiene en un escaso 52 % con un déficit comercial europeo que se acerca a los doscientos mil millones de euros. Pero conviene explicitar que dicha cobertura es muy desigual en los distintos Estados Miembros como visualizamos en un gráfico.

Datos de comercio internacional. / Albino Prada

Fuente: elaboración propia con datos de Datacomex.

Al excepcional caso de Irlanda (que actúa como escala de cadenas de suministro de multinacionales globales hacia China) se añaden los de Finlandia, Alemania o Suecia con un balance con China muy equilibrado o con superávit. En el otro extremo observamos quince estados europeos con cobertura inferior al 40 % (entre ellos España con un 32 %). Situaciones muy desequilibradas y deficitarias que, para el caso de España, provoca que el déficit con China absorba todo el superávit que conseguimos respecto a la Unión Europea.

El año crítico de la pandemia lo cierto es que China ha reforzado su superávit comercial con la Unión Europea. Siendo así que con China tenemos un déficit comercial que casi iguala el superávit comercial global de la Unión Europea. No hay duda de que China ha regresado al tablero mundial y europeo para ser un actor económico y social clave.


Albino Prada acaba de publicar un ensayo titulado “El regreso de China. ¿Chimérica o Telón Digital?” (Mundiediciones, 2021).

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