CAVERNA: Brasil sigue batiendo récords de surfismo en la cresta de la ola del BRIC

Una imagen tópica de Brasil.

Escucho el análisis desapasionado de un periodista conocedor de Latinoamérica: “En Brasil está surgiendo una nueva clase media, a escala de la realidad sociológica del país”

CAVERNA: Brasil sigue batiendo récords de surfismo en la cresta de la ola del BRIC

Escucho el análisis desapasionado, pero nunca indiferente, de un joven periodista, buen conocedor de Latinoamérica:

- "En Brasil está surgiendo una nueva clase media, a escala de la realidad sociológica del país.”

Cuando la clase privilegiada gritó “que viene el coco” o sea, Lula, no podía imaginar que éste iba a desarrollar un serio avance socioeconómico, pero siempre dentro de la “realpolitik”.

- "Quiero que todos los brasileiros hagan tres comidas al día.”

Y así fue. Se refería no a las megápolis sino a los núcleos de población de este país-continente.

Respecto de Río, sobre todo, la subida a la superficie, respirando al ritmo del pulmón abierto del BRIC, creció, decíamos, una clase media al fin, que se embolsa “mensadas" substanciosas en comparación con los sueldos de mera subsistencia de los estamentos inferiores.    

Para entenderlo con más claridad: 

- ¿Existe aquí algún tipo de discriminación racial?

- Pues, no, sería aberrante dada la proporción de personas de color. Aun así precisamente son quienes menos ganan.

La fiebre del consumo, el boom de la motorización –el tráfico de Río es un horror sobre ruedas-, la explosión inmobiliaria nos traen pésimos recuerdos.

Y esto solo está empezando porque la localidad de las manufacturas deja mucho que desear.

Todavía.

Hacer vaticinios consistentes en el universo del capitalismo financiero y sus trágicos ciclos es una soberana petulancia, además irresponsable.

¿Cuánto va a permanecer Brasil batiendo récords de surf en la cresta ascendente? ¿Caerá de nuevo, tragado por la ballena que se nutre de pececillos?

En cualquier caso, por muy largo que sea su avatar, este gigantesco “melting pot” terminará por convertirse en una gran potencia.

Ya a comienzo del siglo XX lo anunciaba aquel gran biógrafo austríaco llamado Stefan Zweig.

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