Cataluña mantendrá los bares y restaurantes cerrados por 10 días más ante la Covid

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Un restaurante desierto por el shock económico de la pandemia de covid-19 / eleconomista.es

Limitar la movilidad social podría repercutir en la estabilidad de las rentas que circulan en una ciudad que genera más del 20% en el conjunto de Barcelona para el producto interno bruto de la economía española.

Cataluña mantendrá los bares y restaurantes cerrados por 10 días más ante la Covid

Implementar una estrategia epidemiológica que controle la pandemia pero que no perjudique la economía, no es cosa fácil en una ciudad con índices de consumo tan altos como Cataluña. 

Y es que el comité técnico del Plan de Emergencias de Protección Civil de Cataluña (Procicat) ha acordado este jueves mantener el cierre de bares y restaurantes en toda la comunidad durante otros diez días, hasta el próximo 23 de noviembre.

Esto implica que muchos negocios podrían sufrir una contracción de entre el 10% y el 20% de su flujo de caja en ventas de productos y/o servicios por el impacto de la caída del consumo que, al inicio de la pandemia, promedió un 30% de retroceso, y en este momento podría registrar un 14% debido al ritmo de reincorporación de más de 1 millón de empleos desde que se levantó el estado de alarma.


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La Consellería de Salud ha informado de que también seguirán cerrados los gimnasios, clubes deportivos no profesionales, teatros y salas de conciertos.

Además, la autoridad sanitaria catalana ha acordado establecer “una limitación en 100 personas en los centros de culto, que se añade a la reducción del aforo al 30 %, para evitar situaciones como la que se produjo este pasado fin de semana con la presencia de unas 600 personas en un acto de beatificación en la Sagrada Familia de Barcelona”, reseñó el organismo en un comunicado.

Entonces, limitar la movilidad social podría repercutir en la estabilidad de las rentas que circulan en una ciudad que genera más del 20% en el conjunto de Barcelona para el producto interno bruto de la economía española.

La consellera ha asegurado que "la situación epidemiológica es muy compleja" y que las medidas tomadas hoy "no gustan a nadie", como ya han expresado los restauradores, pero ha considerado que si no actúan "inmediatamente, las consecuencias pueden ser muy duras", reseñó la agencia EFE.

Por lo tanto, se mantiene una tensión social realmente incipiente con una potencial capacidad de redimensionar la dinámica laboral, y eso podría ralentizar la circulación de rentas esenciales para los tejidos socioeconómicos de Cataluña.

"Estamos en el buen camino, queremos superar la segunda ola lo más pronto posible y encontrar el equilibrio entre el control de la epidemia y las actividades económicas del país", ha dicho la funcionaria. @mundiario 

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