El capitán de un barco gallego está retenido en Yemen desde septiembre

Un barco de Pescanova. / Mundiario
Un barco de Pescanova. / Mundiario
El capitán del pesquero "Cobija" ha sido secuestrado, según su familia, tras una actuación desencadenada a requerimiento de Australia, que le acusa de pesca ilegal y lo retiene desde hace casi un año en Yemen del Sur.
El capitán de un barco gallego está retenido en Yemen desde septiembre

Se llama Pablo Costas Villar. Es el capitán del pesquero "Cobija", secuestrado según su familia tras una actuación desencadenada a requerimiento de Australia que le acusa de pesca ilegal y lo retiene desde hace casi un año en Yemen del Sur.

Si los ilícitos deben ser demostrados para que se puedan evaluar, lo cierto es que a Pablo Costas Villar "no se le han aplicado las garantías judiciales pertinentes", afirma el sindicato CUT, que refiere asimismo que las autoridades españolas han actuado en este caso con "negligencia e ineptitud". No descarta la CUT una posible "connivencia entre las autoridades consulares y las autoridades -o lo que queda de ellas- yemeníes, en una probable conculcación de derechos en un país "en el que es más fácil un disparo en la cabeza que encender un cigarro" .

El "Cobija" permanece retenido en el puerto yemení de Al Mukalla desde el 26 de septiembre de 2020, acusado de pesca ilegal. Así lo reconoce en un escrito remitido a la esposa de Costas Villar el director general de Españoles en el Exterior y Asuntos Consulares del Gobierno español, escrito en el que se refiere asimismo al Tribunal de Primera Instancia de la localidad yemení señalando que "condenó a la tripulación y al capitán español a tres meses de prisión". Contra esta decisión los armadores del buque presentaron recurso ante el Tribunal de Apelación de Hadramaut.

Costas está todavía en proceso de juicio

El pasado 28 de junio de 2021, este Tribunal decidió suspender la ejecución de la sentencia inicialmente impuesta al capitán gallego y a la tripulación del barco. Comenzó a organizarse entonces un operativo destinado a su salida del país, con la colaboración de las embajadas de España en Riad y Omán. Pero este operativo fue suspendido porque el capitán y los tripulantes continuaban retenidos en el buque. Una gestión española ante el Encargado de Negocios yemení en España permitió conocer que la Fiscalía de aquel país había recurrido la sentencia, por lo que Costas "está todavía en proceso de juicio" y la salida de Yemen del capitán "está supeditada a que se resuelva la causa pendiente y sea autorizada por las autoridades judiciales competentes".

Son ya once los meses que Pablo Costas permanece en esa situación a bordo del pesquero que capitanea en el puerto de Al Mukalla. Su familia pide al Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de España que explique dónde y cuándo tuvo lugar la pesca ilegal de la que se acusa a Costas Villar. Y recuerda que este permanece en Yemen "en contra de su voluntad" y que él nunca recibió notificación alguna sobre figuras procesales como "juicio", "sentencia" o "apelación", motivo por el que piden "justifiquen la imposibilidad" de repatriarlo. Está convencida la familia de que el capitán gallego carece de garantías procesales y que, diariamente, tanto el capitán como sus compañeros de tripulación escuchan con sobresalto "el tableteo" de armas utilizadas en las inmediaciones del lugar en el que el buque está atracado.

El Cobija está lleno de ratas, carece de agua y de refrigeración, están sin alimento

El "Cobija" está lleno de ratas, carece de agua y de refrigeración, están sin alimentos y el sistema de navegación y el aparataje mecánico han sido inutilizados. La temperatura es de 50 grados. Son motivos más que evidentes para que se resuelva cuanto antes la repatriación de Pablo Costas.

Según ha podido conocer MUNDIARIO, el "Cobija" había zarpado de puerto en diciembre de 2019 rumbo al Índico Sur con el objetivo de realizar allí tareas de pesca. Finalizadas estas, a unas 500millas de Australia -por tanto en aguas internacionales- un buque de Aduanas procedió a la identificación de los tripulantes del pesquero y a inspeccionar las dependencias y carga del pesquero, tras lo cual y sin aparentemente detectar anomalías, continuar rumbo. El "Cobija" prosiguió también la navegación para, finalmente, quedar atrapado en la mar por la problemática de la COVID-19: se le negaba la entrada a cualquier puerto de la zona. Ya con combustible escaso, hallándose entre Asia y África, les fue comunicada la venta del buque a una sociedad somalí cuyos responsables ordenaron al pesquero  poner proa a Al Mukalla, en el Yemen del Sur, para desembarcar las capturas realizadas. 

Pablo Costas Villar es el único ciudadano español a bordo del "Cobija". Su familia le espera en Bueu desde que se marchó hace ya casi dos años. Nadie le da esperanzas del regreso a España, a Bueu, en la provincia de Pontevedra. Solo recibe la ayuda del sindicato CUT, que baraja la casi certeza de que aquellos que los retienen en Al Mukalla exijan un rescate para su liberación que, en el caso del marinero y capitán gallego, tendría que abonar el Estado español. @mundiario

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