La obra social bancaria, más pobre y con menos beneficiarios
Cae un 75% el número de beneficiarios de la obra social bancaria en la última década.
Hace diez años, cada español disfrutaba de media de tres actividades al año organizadas por la obra social de las cajas de ahorros. Alrededor de 141 millones de personas disfrutaron en 2008 de las más de 200.000 actividades que se llevaron a cabo. La inversión de las cajas de ahorro en la obra social acompañaba: 2.058 millones de euros en 2008, de acuerdo con los datos de la CECA.
Diez años después y con solo dos cajas de ahorro abiertas (las fundaciones bancarias, dedicadas a desarrollar la obra social de las antiguas cajas, les han tomado el relevo), el número de beneficiarios se ha reducido estrepitosamente y la inversión, también, según un análisis realizado por el comparador bancario HelpMyCash.com.
En 2018 la inversión en obra social fue de 813 millones de euros que se destinaron a un total de 120.000 actividades, de las cuales se beneficiaron unos 35 millones de personas.
La mayor partida se destinó a las actividades de acción social, concretamente el 43% de la inversión total. Las áreas de educación e investigación se llevaron el 22% de los recursos, cultura y patrimonio, el 21%, desarrollo local y creación de empleo, el 8%, deporte y ocio, el 3% y medio ambiente, el 3% restante. Por número de beneficiarios, el área de cultura y patrimonio fue la que tuvo mayor seguimiento, seguida de las actividades de acción social y de las de educación e investigación.
Más de la mitad de la inversión (53%) se destinó a colectivos específicos, principalmente a niños y jóvenes, a personas en riesgo de exclusión y a los mayores. Unos 17,5 millones de beneficiaros se incluyen en este segmento: más de 9,6 millones de menores de 25 años, más de tres millones de personas en riesgo de exclusión, más de 2,6 millones de mayores de 65 años, más de 1,7 millones de personas con necesidades especiales y más de 600.000 emprendedores.
La inversión se reduce un 60% en 10 años
Las cifras actuales no tienen nada que ver con las que se manejaban antes de la crisis. De hecho, entre 2008 y 2018 la inversión en obra social ha caído un 60% y el número de beneficiarios, un 75%.
La reducción de los recursos destinados a la obra social ha venido marcada por el panorama financiero en el que se han visto inmersas las entidades. Entre 2009 y 2013 su inversión social cayó de media un 20% interanual. La CECA achaca el deterioro de los recursos destinados a la obra social durante los años de la crisis al entorno que vivió el país.
Desde entonces, la tendencia ha sido nuevamente al alza, pero sin llegar al volumen de crecimiento previo a 2009. El año pasado la inversión en la obra social fue un 1,56% mayor que la de 2017.
La CECA señala en su informe relativo a la actividad de la obra social que “el año 2018 vuelve a reflejar un crecimiento de la inversión en Obra Social por quinto año consecutivo, lo que refleja la estabilidad de las entidades del sector y su consolidación, en línea con la mejora de la economía”. Pero lo cierto es que el incremento interanual durante los últimos cinco años ha sido de solo el 4,7% de media. @mundiario
