Bruselas insiste a Energía para que ceda las tarifas eléctricas a la CNMC

La Comisión Europea ha subido el tono contra el Gobierno para forzar a éste a que ceda a la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) la potestad de fijar las tarifas eléctricas y gasistas, siguiendo las normas europeas. España y Bulgaria son, a día de hoy, los únicos dos países que no siguen este lineamiento. Bruselas abrió un procedimiento de infracción por esta causa hace 10 meses y podría acudir incluso al Tribunal Europeo, aunque Álvaro Nadal, ministro de Energía, se mantiene reticente en renunciar a la competencia en cuestión. Tanto la comisión como Nadal han entablado en las últimas semanas sendas conversaciones para dar una salida negociada a este cruce.

Hace cinco años, el Gobierno fusionó los reguladores (competencia, energía, telecomunicaciones, postal y ferrocarriles) a fin de ahorrar costes y evitar una captura del regulador, es decir, que una acgencia creada para defender el interés general actúe deliberadamente en defensa de intereses políticos o empresariales. En 2014, el Ejecutivo despojó de sus poderes a la CNMC y pasó a ser el único ente capaz de fijar tarifas eléctricas y de gas, con todo y que la UE veta esa potestad en sus mandamientos.

La Comisión Europea respondió con un procedimiento de infracción por parte del comisario Miguel Arias Cañete, el cual fuerza al Ministerio de Energía a devolver la fijación de tarifas a la CNMC. El titular de Energía mostró voluntad de aceptarlo en enero, pero tres meses después remitió a Bruselas un documento en el cual rechazaba de forma contundente la idea de perder la autoridad para fijar las tarifas en discordia. Y el ministerio se ha mantenido en esa posición desde entonces, llegando incluso a revelar que España "está preocupada por la progresiva transferencia de competencias a instituciones no democráticas", tal y como argumentan partidos como Podemos.

Aquello ha propiciado una seguidilla de reuniones en Bruselas a las que han acudido representantes de Arias Cañete, de Nadal y de la CNMC; la última de ellas fue a finales de junio, explica El País. El mismo medio asegura que tanto la secretaría de Estado de Energía como la CNMC han demostrado estar dispuestas a alcanzar un trato, pero recuerdan que el procedimiento de infracción daba a España dos meses, los cuales pasaron en noviembre del año pasado. Si al final de cuentas el Gobierno sostiene sus resistencia, la comisión tomará el camino del Tribunal europeo e incluso podría imponer multas, tal y como ya hizo con la estiba.

Desde el Ejecutivo se cree que la futura separación de los reguladores propiciaría devolver la fijación de las tarifas al organismo encargado de velar por el sector de la energía. La CNMC ha explicado a Arias Cañete que esa es únicamente una maniobra a fin de ganar tiempo. El sector del gas ha mostrado aunque sea mínimos avances, y el Ejecutivo apunta que podría implantar un sistema de doble llave, el cual ya se lleva a cabo en otros países de la UE, como Francia. El Ejecutivo podría fijar así las directrices energéticas, y el regulador establecería los precios según las mismas. No obstante, la situación es más compleja de lo que parece. Los franceses requieren de un arbitraje en caso de conflicto entre Gobierno y regulador, algo que en Madrid no se ve con buenos ojos, pues la idea es hacer política energética con las tarifas de la luz.