Bruselas emplaza a España a tomar medidas con el déficit, la deuda y las pensiones
Déficit público, deuda pública y pensiones son las tres grandes asignaturas pendientes del Gobierno de España a ojos de la Comisión Europea. Las cuentas están claras: España consume más de 30.000 millones de euros, la principal partida del gasto público anual, en hacer frente a una deuda pública que se ha disparado tras la crisis. A su vez tiene un agujero de 17.000 millones de euros en la Seguridad Social. Y como también incumple el déficit público, Bruselas le llama la atención.
La ministra de Economía, Nadia Calviño, se comprometió rebajar el déficit público desde el 2,5% del PIB de 2018 al 2% este año y el 1,7% el que viene, pero la Comisión Europea –el ejecutivo comunitario– cree que lo superará, hasta cerrar este año en el 2,3%, y el siguiente en el 2,2%. Traducido todo esto a euros, los ajustes se quedarían cortos en alrededor de 9.600 millones de euros.
Bruselas tampoco ve “avances suficientes”, según El País, en la reducción de la deuda pública, que la Comisión Europea prevé que se baje solo hasta el 96,6% del PIB en 2020. Por esa razón, exige a España que destine todos los ingresos extra a rebajar la deuda pública.
Por último, está la crítica de Bruselas a la financiación de las pensiones en España. Las reformas de 2011 y 2013 ayudaron a asegurar la sostenibilidad de las pensiones a largo plazo, como admite la Comisión Europea, pero en 2018 –bajo el Gobierno de Mariano Rajoy– y en 2019 y 2020, se supone que con Pedro Sánchez, los incrementos de las pensiones vuelven a estar “vinculados” a la inflación, algo que Bruselas no cuestiona pero que sí condiciona a medidas compensatorias para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones a medio y largo plazo.
Sin Seguridad Social, en España se recaudan al año 218.249 millones de euros, cifra que no es suficiente para hacer frente a las exigencias de Bruselas. Por tanto, o bien el Estado aumenta los ingresos –léase IRPF, IVA, Sociedades, Especiales, etcétera– o reduce los gastos, con margen, obviamente, para mezclar ambas cosas. Pero lo que está claro es que la situación actual no es sostenible ni le agrada a las autoridades europeas. Vienen curvas, y por si acaso, Pedro Sánchez ya envió un mensaje de tranquilidad a los mercados en pleno diálogo con Unidas Podemos. El presidente en funciones se compromete a mantener la estabilidad presupuestaria si sale adelante el Gobierno de coalición con la extrema izquierda española. @mundiario
