Bruselas alista su propia versión del FMI para proteger al euro

Comunidad Europea. / T13
Comunidad Europea. / T13

Se busca completar la unión monetaria para evitar que el euro salte por los aires en la próxima crisis.

Bruselas alista su propia versión del FMI para proteger al euro

Bruselas propondrá el 6 de diciembre convertir el mecanismo de rescate (Mede) en un fondo de estabilización, la versión europea del FMI. El País tuvo acceso a la propuesta que limita el grado de ambición inicial ante las dificultades en Alemania para apoyar planes más atrevidos. Con medio billón de euros como potencia de fuego (ampliable hasta un 20 %), el FME rescatará países a cambio de ajustes, como hacía el Mede, y actuará como cortafuegos para cerrar bancos y completar así la unión bancaria. El nuevo organismo controlará también un futuro presupuesto anticrisis de la eurozona, con capacidad para financiarse en los mercados.

El borrador de la Propuesta sobre la creación del Fondo Monetario Europeo tiene 47 páginas y constituye una pequeña revolución para la eurozona. Aunque el euro ha salido vivo de la Gran Crisis, existe el peligro de desintegración y las dificultades para lograr una mayor solidaridad, razón por la cual las instituciones ponen en marcha una reforma basada en tres pilares: el citado FME (que podría acabar llamándose Fondo Europeo de Estabilización si cuaja la denominación que prefiere Mario Draghi), un presupuesto anticrisis de la eurozona y un superministro económico de la UE.

La Comisión quiere aprovechar la ventana de oportunidad que ofrece la recuperación "para completar el euro". Y el punto de apoyo de esa nueva arquitectura es un FME que sería una especie de puente entre lo mínimo que persiguen Bruselas y París, y lo máximo que está dispuesto a ceder Berlín. De acuerdo a El País, Alemania ha presionado para que ese nuevo instrumento se encargue de vigilar las políticas fiscales, evite todo lo que suene a mutualización y esquive cualquier opción de crear un presupuesto de la eurozona. Sin embargo, Bruselas solo ha escuchado a medias.

El diseño del nuevo FME tiene en cuenta la sensibilidad alemana, pero atiende las propuestas del francés Emmanuel Macron, alineado con el jefe de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en la necesidad de activar una reforma más ambiciosa, que permitiría dar un salto adelante en la unión bancaria, al permitir que el FME actúe como cortafuegos común cuando se cierre un banco, algo a lo que Alemania se resiste.

El nuevo FME tendrá un consejo de gobernadores (los ministros) y un consejo de dirección, con un director general, el alemán Klaus Regling. Las decisiones más importantes (elevar el capital o rescatar a un país) se tomarán por unanimidad; los desembolsos de los rescates se aprobarán por mayoría cualificada, con el 85 % de los votos (frente al 80 % actual). Eso da derecho de veto a Alemania, a Francia y a Italia: cualquiera de esos países puede bloquear una decisión por sí solo. España, con un 12 %, sigue sin poder de veto.

El euro va emergiendo de la Gran Recesión, pero Europa es consciente de que volverá a sufrir tan pronto como asome la próxima crisis. Por ello, coinciden en la necesidad de impulsar un Fondo Monetario Europeo (FME). Sin embargo, los expertos no son del todo optimistas. Insisten en la necesidad de que aprovechar la ocasión para reformar el euro y destacan que tiene que haber "cambios sustanciales" para que el FME no sea simplemente el Mede con otro nombre. @mundiario

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