Las Bolsas europeas cierran en verde pero la pandemia les lastra casi un 3% en la semana

Una vez más, el Banco Central Europeo (BCE) evita que la economía de la eurozona caiga en una recesión inmediata, y aunque ese ciclo de deterioro parece inminente, Frankfurt trata en la medida de lo posible postergar su llegada mientras intenta contener los catastróficos efectos humanos y sociales de la pandemia del coronavirus. Y es que los mercados del Viejo Continente cerraron la semana son números relativamente positivos, aunque no del todo alentadores, pues los capitales y fondos de los inversores colocados en los índices accionarios esta semana comienzan a resentirse y a estancarse en una espiral de pérdidas de valor cuyos efectos ya son intolerables.

Aun así, tras las dolorosas pérdidas acumuladas en el último mes —el Ibex 35 se deja casi la tercera parte de su valor desde mediados de marzo—, la Bolsa española comenzó la sesión con impulso y subidas que fueron perdiendo fuelle con el paso de las horas, dado que los capitales salían en masa de las empresas integrantes del selectivo español para trasladarse, por tercera semana consecutiva, a activos de refugio como el dólar y el oro, que no paran de revaluarse como los principales valores de renta fija en este período de recesión cíclica de la economía mundial. 

Al final, el selectivo español cerró la sesión con una subida del 0,74%, lejos del resto de grandes parqués europeos (París, Fráncfort, Londres), cuyos centros financieros concentran en estos momentos un flujo de capitales mucho más grueso que Madrid debido a los siguientes factores: la inyección masiva de liquidez fresa sin distorsiones fiscales por los Gobiernos de Francia, Alemania (con créditos ilimitados) y Reino Unido, naciones que no poseen el peligrosos déficit fiscal que sufre España (-1,4% del PIB).

Además, los estímulos basados en subsidios sociales directos, fondos de cobertura para empresas y activos monetarios líquidos inyectados en forma de liquidez a los bancos de esos tres países, permiten que su economías queden contenidas en la frontera que divide el crecimiento cero del PIB de la espiral de recesión.

Con este leve ascenso, el Ibex termina la semana en rojo, a pesar del regreso con fuerza de algunas grandes gestoras de fondos de inversión, como Blackrock, que el jueves volvieron a comprar acciones del índice a unos precios que no se veían desde el fatídico verano de 2012. En un mes, el selectivo español retrocede un 36%. Y a pesar de que esas acciones todavía poseen respaldo en capital activo y cotizado, la movida no fue suficiente para que el índice de la Bolsa de Valores de Madrid rebotara. 

En Europa, el Eurostoxx, que agrupa a las 50 mayores compañías cotizadas del Viejo Continente, se anotó un 3,14% gracias a las expectativas positivas que generó sobre las primas de riesgo el anuncio del BCE de su compra de activos por 750.000 millones, lo que pone los ojos sobre un abultado y ambicioso programa de servicio de deuda auspiciado desde Frakfurt y Bruselas hacia el resto de la UE. 

El Cac 40 parisino fue el gran destacado con una subida de algo más del 5%, con el Dax alemán a la zaga (+3,7%). Ambos tuvieron balances positivos por la liquidez que aún mantiene circulando importantes flujos de renta en los sectores empresariales de Francia y Alemania, que no se han paralizado como sucedió en España e Italia, pues están menos afectados por la pandemia, aunque sus niveles de contagio siguen siendo altos.

El FTSE londinense firmó tablas y la libra alejándose del nuevo mínimo histórico frente al dólar con el que cerró el jueves. Una libra esterlina equivale hoy a 1,16 dólares estadounidenses, lo que le permite al Banco de Inglaterra inyectar más liquidez orgánica para contrarrestar los traslados de capitales al refugio de la divisa norteamericana. El euro, entretanto, retrocedía levemente frente al dólar en una sesión en la que llegó a recuperar más de un 1%, ubicándose en 1,06 dólares por euro. La brecha es mínima y obliga al BCE a, posiblemente, recortar nuevamente los tipos de interés para atizar la dinámica de crédito e inversión en moneda europea.

Por su parte, el petróleo, uno de los activos más golpeados en las últimas semanas, entraba en negativo en el tramo final de la sesión. Las dudas sobre cuándo y cómo saldrá de esta la economía mundial siguen pesando demasiado, pues la humanidad está a las puertas de una recesión que podría llevar el consumo a niveles negativos histórico debido al colapso de los mercados globales, el comercio y la importación de bienes desde China en lo que se evidencia como una clara pérdida de potencia del motor de la economía global y la fábrica del planeta; el gigante asiático que originó la pandemia. @mundiario