Biden prohíbe a estadounidenses invertir en empresas de tecnología chinas
El gobierno a través de una orden ejecutiva niega la posibilidad que inversores norteamericanos se inmiscuyan con compañías de índole militar, inteligencia o tecnología china.
Hace unas semanas, la Casa Blanca había informado sobre la prohibición de importar mariscos u otros productos pesqueros de una empresa china por considerar que sobreexplotaban a sus trabajadores, y ahora el presidente Joe Biden, ha firmado una orden ejecutiva para prohibir a estadounidenses invertir en 59 compañías vinculadas a los sectores militar y de inteligencia de China, entre ellas la tecnológica Huawei.
Sin embargo, la medida no entrará en vigencia ahora si no para el 2 de agosto, según informó la Casa Blanca en un comunicado.
Esta orden ejecutiva, es una continuación –aunque con sus variantes- de un decreto que había firmado el expresidente Donald Trump sobre el veto a las inversiones de EE UU en las compañías Xioami y Huawei.
La razón: “Supuestamente respaldar los esfuerzos de los aparatos de Inteligencia, militares y de seguridad de Pekín”.
No obstante, la administración Biden no prohíbe las inversiones en la compañía Xiaomi, quien a su vez es el primer competidor de Huawei.
El gobierno de Biden tuvo que eximir a Xiaomi de esa lista debido a que la empresa demandó en el pasado mes de mayo ante un tribunal federal al gobierno norteamericano y el tribunal concedió la razón a Xiaomi.
Con la nueva orden ejecutivca, Biden añade 11 empresas chinas, ya que el decreto anterior sumaba 48. La mayoría de estas empresas están relacionadas con la vigilancia y el espionaje.
Medios estadounidenses infirman que en esa “lista negra” están las tres mayores compañías de telecomunicaciones del gigante asiático: China Mobile, China Unicom y China Telecom.
Además, el decreto otorga al Departamento del Tesoro la responsabilidad de la implementación del veto, quitándosela al Pentágono -que lo administraba hasta ahora- para reforzar la base legal de las sanciones.
La Casa Blanca planea ampliar regularmente la lista de empresas chinas afectadas, y dará a los inversores estadounidenses un año, que empezará a contar a partir del 2 de agosto, para desprenderse de sus activos en esas compañías. @mundiario
