El BBVA hace un recorte a su previsión de crecimiento económico para España

Sede del BBVA en Bilbao.
Sede del BBVA en Bilbao.
La entidad asegura que, no obstante, el país está mejor preparado para esta situación que lo que estaba en la crisis.
El BBVA hace un recorte a su previsión de crecimiento económico para España

El Banco BBVA ha reducido su previsión de crecimiento económico para este 2019 en España. De acuerdo al informe Situación España, el cual fue presentado este mismo lunes, la economía crecerá solamente un 1,9% (inicialmente se había previsto un crecimiento del 2,3%) y de 1.6% para el año entrante (antes la previsión era del 1,9%). Jorge Sicilia, director de BBVA Research, ha explicado que esto se debe a la revisión a la baja que hizo el Instituto Nacional de Estadística (INE), pese a las tensiones comerciales y la creciente incertidumbre política internacional que se están llevando por delante a la economía mundial y a las que el sistema español no es inmune. Con todo, el banco cree que España tiene con qué paliar los efectos de esto o cuando menos está mejor preparada que lo que estaba antes de la crisis.

El crecimiento del PIB en el país mantendrá un ritmo intertrimestral que oscilará entre el 0,3% y el 0,5% en el tercer trimestre de este 2019, una estadística que no dista nada de lo demás de este año, aunque sí mucho del 0,7% de 2014. Rafael Doménech, encargado de Análisis Económico de la entidad, ha dicho que además de la revisión del INE y las tensiones globales, existen ciertos elementos internos que han dado como resultado esta previsión a la baja, como la desaceleración de la demanda interna, que ha sido mayor de lo que se esperaba y que hace que las familias consuman menos, así como una evolución de las inversiones muchísimo menos dinámica de lo anticipado, contrastando con un buen comportamiento de las exportaciones.

Eso sí, cuando menos la economía española está mucho mejor que antes de la Gran Recesión, según el banco, lo cual invita a pensar que está mejor preparada ante un entorno de desaceleración. Dentro de las fortalezas destacadas están los mejores niveles de liquidez y capitalización del sistema financiero, un notable despalancamiento tanto de las familias como del sector privado, un mejor acceso a la vivienda y precios que a nivel agregado van en aumento menos que entre 2005 y 2007 así como un mejor saldo de la balanza corriente, unido todo a la ausencia de desequilibrios importantes en sectores como el inmobiliario o el laboral.

Según las previsiones de la organización, el crecimiento de la economía nacional estará siempre basado en la demanda interna, es decir la inversión y el consumo, con todo y que la misma se irá debilitando. El estudio estima en 1,3 puntos el crecimiento de este año en la demanda interna, y de 0,6 en exportaciones e importaciones. El año entrante, la demanda interna pesará 1,7 puntos y la externa restará 0,1, explica El País.

A la vez, el informe destaca que la política monetaria expansiva ha aliviado a la economía de Europa, aunque al mismo tiempo alerta de que el impacto positivo de las medidas anticíclicas irá en picada. Así las cosas, estas políticas no evitarán la ralentización ante un escenario de incertidumbre, por lo que serán necesarias algunas reformas internas que disparen el crecimiento y consigan que la recuperación sea más inclusiva.

Los riesgos del exterio

Si bien el país está mejor de lo que estuvo en el pasado, el banco ha avisado de que las dudas sobre la marcha de la economía internacional representan un riesgo para sus previsiones. El deterioro del contexto global ya lastra de forma notable la economía española. Sicilia ha dado tres sucesos clave: la incertidumbre generada por el Brexit, guerras arancelarias y el comportamiento de las autoridades monetarias, así como la previsión de que la incertidumbre no disminuirá en el corto plazo al menos.

A eso se debe agregar también que el mercado interno ya vislumbra señales claras de frenazo económico, incluyendo la desaceleración en la mejora de la tasa de desempleo hasta la precipitación de los costes laborales superando la productividad, lo cual tiene efectos en los márgenes empresariales, o un crecimiento moderado en la demanda interna. Todo eso a las puertas de nuevas elecciones, con Presupuestos sin aprobar y la necesidad de ejecutar un ajuste fiscal para alcanzar el objetivo de déficit, que para este año es de un 2% del PIB. @mundiario


 

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