El Banxico interviene nuevamente y el peso empieza a recuperar su valor

El peso mexicano se encuentra inmerso desde hace meses en una crisis de valor prácticamente sin precedentes. El irrumpimiento de Donald Trump se ha cebado con la moneda de México y la ha llevado a varias jornadas de precipitaciones. En esas, cualquier noticia levemente optimista es celebrada por todo el aparato económico del país latinoamericano.

Si hace dos semanas la tasa de interés se alzó hasta el 6.25%, el Banco de México (Banxico) ha promovido una nueva ronda de medidas para quitarle peso a la cruz que carga el peso. Este proyecto incluye contratos de futuros pagados por el Banxico y proteger así a las compañías locales de la fluctuación del tipo de cambio. Eso ha propiciado una reacción prácticamente inmediata en el mercado de divisas y el peso ha bajado de los 20 por dólar, límite mínimo en que se había mantenido desde que Trump fue anunciado como presidente tras las elecciones del 8 de noviembre.

Según cita El País, la noticia ha sido bien recibida por los bancos del sistema. "Creemos que es una medida positiva. Va a dar más espacio al Banco de México, que va a poder combatir la depreciación y, por tanto, también la inflación sin acudir a subidas de tipos tan agresivas como las que se han dado hasta ahora", dijo Raúl Rodríguez, analista de Citibanamex a dicho medio español. Así, la Ciudad de México elude efectos engativos de esta nueva alza a los tipos en la actividad económica, los cuales han sido profetizados por varios analistas. Desde finales de 2015, agregar el periodista Ignacio Fariza, "la institución ha encarecido el precio del dinero en 325 puntos básicos".

Según continúa Fariza en su cita a Rodríguez, "el instituto emisor mexicano trata de sostener el tipo de cambio y reducir el riesgo cambiario de las empresas nacionales, que pasa a asumir el instituto emisor, sin gastar más reservas internacionales".

Esta misma semana, Agustín Carstens anunció que seguiría al frente del Banxico al menos hasta noviembre. La decisión de Carstens llegó motivada por solicitud expresa de Enrique Peña Nieto, quien confía ciegamente en el gobernador por su "prudencia y ortodoxia en el manejo de la política monetaria", según Fariza, cualidades que lo hacen atractivo para los ojos de los inversores. Así, Peña Nieto y el Senado se aseguran al menos nueve meses para buscar a un sustituto de garantías para tan importante puesto.

Pero Washington también está poniendo involuntariamente de su parte para este nuevo subidón del peso. En las últimas semanas han crecido las dudas de si la Casa Blanca será capaz de impulsar todas sus promesas electorales, puntualmente las políticas comerciales prometidas por Trump. Esa incertidumbre ha cambiado el proceder de los inversores, para alegría de todo el territorio mexicano. El BBVA-Bancomer presentó un análisis en el que aseguró que para este inicio de 2017, Trump era en realidad el menor de todos los males. "No esperamos cambios radicales en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte", vaticinó el banco. Con todo y que Trump la ha cargado contra ellos desde su irrumpimiento en la política, los mexicanos presencia cómo su moneda es la que más se ha valorado desde que el empresario asumió como mandatario el 20 de enero.