Los bancos europeos enfrentan una de sus peores crisis ante el shock de la pandemia

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Un cliente observa una sucursal bancaria en Nueva York / AFP.
"Va a haber mucho daño, pero no se sabe cuándo", comentó en una entrevista con la agencia AFP Lorraine Quoirez, analista de UBS
Los bancos europeos enfrentan una de sus peores crisis ante el shock de la pandemia

El que se perfilaba como un infalible sistema de generación de capitales totalmente consolidado, hoy ha mostrado sus puntos más débiles en vista de la desaceleración del flujo de dividendo, intereses, liquidez y colocaciones de capital por el impacto económico de la pandemia de coronavirus en las empresas que están estrechamente ligadas a la banca europea, una de las arquitecturas financieras más grandes y entrelazadas a lo interno en todo el mundo.

Y es que los bancos europeos ya han sufrido en el primer trimestre las sacudidas de la crisis económica causada por la pandemia de Covid-19, pero el impacto más duro queda por llegar, según los analistas.

Las contracciones de la captación de capital se evidencian con cada perdida de posición de un banco europeo en el mercado de capitales o en las bolsas de valores por la volatilidad que en estos días impera en los principales parqués financieros, pues la fuga masiva de capitales a los refugios del dólar, el oro y los bonos del Tesoro estadounidense le ha restado liquidez, inversión y transaccionalidad a un mercado acostumbrado a las tendencias alcistas durante meses y años antes de la llegada de la pandemia.

"Va a haber mucho daño, pero no se sabe cuándo", comentó en una entrevista con la agencia AFP Lorraine Quoirez, analista de UBS, al ser interrogada sobre las consecuencias bancarias de un confinamiento que ha frenado los intercambios económicos y hundido los mercados. La desaceleración de esos intercambios deterioró y mermó la frecuencia de operaciones clave para la estabilidad de los mercados y del sistema bancario, como los swaps, los giros de capital y las compras de instrumentos de renta variable y fija entre las entidades.

Lo más visible de la crisis en este primer trimestre es que todos los bancos europeos han puesto de lado reservas de capital suplementarias para hacer frente a eventuales impagos de sus clientes, según el análisis de la especialista. Esto implica que los bancos prevén un escenario de crisis en el que se produzca una eventual burbuja de deuda y por ese motivo tratan de frenar cualquier ápice de riesgo mediante al aprovisionamiento de liquidez, efectivo e instrumentos de ahorro e inversión si se genera una situación de defaults o ceses de pagos e cadena.

Este "coste del riesgo" se ha disparado entre enero y marzo mermando duramente los beneficios, e incluso causando pérdidas, tal como ocurrió con el banco italiano Unicredit, lastrado por 1.200 millones de euros en provisiones. Esa progresiva pérdida de capital ha configurado una realidad en la que la banca de los países más afectados por la pandemia ya no tiene capacidad de respuesta por el colapso de los créditos a causa de la merma del consumo financiero en la sociedad, las empresas y los pequeños comercios.

Las cifras anunciadas por algunos bancos son vertiginosas: el banco Barclays ha puesto de lado 2.100 millones de libras (2.400 millones de euros), según sus proyecciones de impacto de la pandemia de la Covid-19.

El español Santander, primer banco de la zona euro por su valor de mercado, ha provisionado 1.600 millones de euros mientras que el francés Société Générale -que registró pérdidas trimestrales por primera vez desde 2012- prevé este año provisiones de 3.500 millones de euros y que podría extenderse hasta 5.000 millones, en caso de "parálisis prolongada".

Ese récord de reducción de capitales obliga a los gobiernos a inyectar liquidez por la vía del financiamiento a largo plazo de los bancos centrales, lo que la banca privada aprovecha para comprar activos, comprar acciones y abastecerse son suficiente efectivo en caso de que estalle una nueva burbuja de deuda una vez que pase la pandemia. @mundiario

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