Por qué el Banco Mundial proyecta un desplome de la economía global mayor que la Gran Recesión

banco
Sede del Banco Mundial en Washington, EE UU / Reuters.
La estimulación de la economía mundial apunta hacia una fase de reconstrucción de los flujos de capital que se trasladaron a los instrumentos de refugio, como los bonos del Tesoro de EE UU.
Por qué el Banco Mundial proyecta un desplome de la economía global mayor que la Gran Recesión

La humanidad ha entrado en una nueva era. Se trata de un proceso de transformación en todas las dimensiones del complejo y frágil sistema de vida que la civilización ha adoptado como su mecanismo y estructura de subsistencia: la economía. A partir de allí derivarán los cambios en cómo se distribuye y se organiza la pirámide social y económica mundial, lo que configurará un nuevo panorama histórico en un ciclo de profundos cambios políticos y culturales que harán de la aldea global un universo de proteccionismo, nacionalismos y menos globalización que en la era pre-pandemia. El Banco Mundial ya prevé lo peor, y efectivamente, aún no hemos llegado a lo peor de esta crisis, pues ese umbral será mucho más grave que la etapa más oscura de la Gran Recesión de 2008.

Y es que la crisis económica derivada del coronavirus tiene muchos indicadores que la convierten en el período de involución más agudo y hostil de la humanidad desde el siglo XVIII. Esta será la primera recesión en siglo y medio desatada íntegramente por una pandemia. De hecho, nunca antes en la historia se había producido un fenómeno de caída económica de un conjunto de países casi al unísono; la más sincronizada (nueve de cada 10 países decrecerán este año); la que más ha movilizado a gobiernos (estímulos fiscales) y bancos centrales (compras masivas de deuda; tipos de interés por los suelos), que hasta ahora acumula más de 4 billones de euros; la más profunda para un solo ejercicio en más de ocho décadas y la cuarta más grave desde 1870.

Por esa razón, el Banco Mundial contempla como escenario base que el PIB global sufra este año un hundimiento tres veces superior al registrado en 2009, el año más duro de la Gran Recesión. Esto implica que, si la caída en ese período fue del -2%, este año podría entrar en una aguda fase de contracción cercana al -6% si se produce una nueva ola de contagios. Representaría una pérdida de 4,8 billones de dólares.

Incluso en el escenario más inofensiva, según las previsiones publicadas este lunes por la institución, la economía global sufriría en 2020 una recesión el doble de grave. A inicios de año, la contracción se preveía en un -3%, pero si los paquetes de estímulos no son suficientes, la caída se prolongaría al -6% para un nivel de doble curva negativa, es decir, la de la recesión sumada a la de a diferencia de entonces, cuando los mercados emergentes escaparon de la debacle.

No obstante, el BM afirma que en 2021 volverá el crecimiento. En el escenario base trazado por el banco, todavía el más probable pese a la rápida mejoría con la desescalada exitosa en buena parte del mundo, la economía global sufriría un desplome del 5,2% este año —frente al crecimiento del 2,5% proyectado antes de que la enfermedad llegase para desbaratarlo todo y el triple que una década atrás— para repuntar un 4,2% en 2021, teniendo que dejar para 2022 el cierre completo de la recesión y la redinamización absoluta de los circuitos de consumo.

Por lo tanto, la estimulación de la economía mundial apunta hacia una fase de reconstrucción de los flujos de capital que se trasladaron a los instrumentos de refugio, como los bonos del Tesoro de EE UU y los activos de renta fija o variable.

Y mientras la economía trata de recuperarse, las bolsas de valores siguen incrementando sus ganancias por las expectativas de y posiciones sólidas de capital que los inversores colocan en los mercados con la esperanza de una reestructuración de los flujos de rentas a largo plazo en el conglomerado de corporaciones y Estados que concentran y controlan la pirámide de la economía mundial. @mundiario

Comentarios